viernes, 30 de septiembre de 2016



En nuestra vida ocurre que no todo lo que oímos lo retenemos. Se hace necesario escucharlo y prestarle atención. Rumiarlo interiormente y guardarlo conscientemente dentro de nuestro corazón, para sacarlo en el momento oportuno y necesario. Así, podemos aparentar escuchar, pero simplemente oímos y el viento se lo lleva.

La palabra se hace vida cuando, escuchada somos capaces de transformarla en obra y darle animación y vida en nuestra propia vida, valga la redundancia. Sólo así se hace reflejo de lo que hay y se experimenta en nuestro corazón. De lo que abunda en el corazón, rezuma la boca.

Jesús, nuestro Señor, vivió muchos momentos de su Vida en unos lugares concretos, pero se lamentó que en esos lugares, Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm, no interiorizarán su Palabra y la dejasen evaporar. ¿Puede, quizás no nos hemos dado cuenta, qué a nosotros nos esté sucediendo lo mismo? Tratemos de que esto no nos suceda.

jueves, 29 de septiembre de 2016



Las intención del Papa Francisco para este mes, que mañana termina, respecto al universo, es la de que tratemos con nuestra vida contribuir al bien común y a la construcción de una sociedad que ponga al centro la persona humana.

Y para eso hay que vivir en el esfuerzo de ser sincero, honesto, justo y verdadero. Es lo que Jesús advirtió en aquel discípulo, más tarde, llamado Natanael. Le admiró su sinceridad y verdad y lo dijo: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Por eso, en la medida que todos en el mundo vivamos en el esfuerzo de que el centro de la sociedad sea la persona humana, muchos problemas, por no decir todos, quedarían solucionados. Porque dejaría de haber refugiados, marginados, amenazados y gente que huye atemorizada. Porque todos serían considerados personas e hijos de Dios.

miércoles, 28 de septiembre de 2016



No podemos seguir a alguien poniendo nosotros condiciones. El seguimiento es incondicional, por eso Jesús nos advierte que  «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». A otro dijo: «Sígueme». El respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre». Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios».

Esto supone poner a Jesús como la prioridad principal y delante de todos nuestros planes y proyectos. Bien, es verdad, que nuestra humanidad sometida al pecado deja mucho que desear y le fallamos. Nuestro seguimiento está adulterado y descafeinado por nuestros apegos y apetencias.

Pero, Dios, Padre Misericordioso, sabe y conoce de nuestras limitaciones y caídas. Y nos perdona con amor misericordioso. Eso nos salva y nos sostiene, y nos ayuda a, en el camino, esforzarnos, eso sí, a ponerlo en el centro de nuestra vida y a ser nuestra primera opción. Esa es nuestra lucha.

martes, 27 de septiembre de 2016



Experimentar que cuando te ofenden sientes deseo de venganza e inclinación a replicar esa ofensa es lógico y normal por nuestra condición humana. Estamos tocados por el pecado que nos hace débiles y nos impulsa a la réplica. Pero no seguimos a Alguien violento, sino todo lo contrario.

Jesús regaña, y no es habitual en Él, esa actitud de sus discípulos Santiago y Juan y les invita a seguir el camino. Seguir el camino es seguir dispuesto a perdonar misericordiosamente y a olvidar esas ofensas que recibimos mientras caminamos. Jesús ha venido para amar, no para condenar. 

Y esa es, o debe ser, nuestra constante, no perder de vista el amor y el consecuente perdón misericordioso. Seguir a Jesús es abrirse y estar dispuesto a este compromiso. Difícil e imposible según nuestra condición humana, pero fácil y vencible injertado en el Espíritu de Dios.

lunes, 26 de septiembre de 2016



La Viña del Señor es inmensa y caben todos. No todos tienen que hacer lo mismo ni tampoco ir juntos en el mismo barco. Lo importante es trabajar para la misma empresa y en nombre de la empresa, porque el dueño es el mismo y los beneficios irán a parar al mismo sitio.

Hay muchos que hacen el bien y en nombre del Señor. No importa su procedencia ni de dónde vienen, ni tampoco a donde van. Sólo que actúan haciendo el bien en el nombre del Señor y eso basta. Por eso, Jesús les dice a sus apóstoles: «No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros, está por vosotros».

Cada cual hace las cosas a su manera y con su estilo. Lo único importante es hacerlo en nombre de Dios y para gloria de Dios. Y eso es lo que tenemos que contemplar y comprender. Un jardín se compone de muchas clases de flores. Y las hay grandes y pequeñas, de una forma u otra, pero todas son necesarias, porque todas forman el jardín.

domingo, 25 de septiembre de 2016


La palabra no coincide con la vida. Decimos muchas cosas que luego no cumplimos. Es verdad que en algunos momentos nuestro corazón habla despegado de la cabeza y, luego, tomamos conciencia que lo que hemos dicho está lejos de que podamos cumplirlo.
                
Nos traicionamos porque nuestros sentimientos no van en sintonía con nuestras realidades. Una cosa es hablar y otra hacer. Lo admirable de Jesús es que lo que decía lo hacía. Vivía en Verdad y Justicia, y cumplía su Palabra. Indudablemente que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Por eso, nuestra esperanza descansa en Él. Porque sólo Él tiene Palabra de Vida Eterna. Y unidos a Él podemos mover montañas. Pero eso implica que también nosotros estemos unidos, porque lo que les ocurre a los demás nos ocurre también a nosotros. Tomemos conciencia que Él, donde dos o más se reúnan en su Nombre, estará presente, y en Él nunca perderemos.

sábado, 24 de septiembre de 2016



Pocas cosas hay ciertas en esta vida. Yo diría que sólo una hay cierta, y es la muerte. Todos sabemos que tenemos que morir, sin embargo poco o nada se habla de eso. Tener miedo a la muerte es renunciar a la vida, porque morir es vivir.

Jesús anuncia su Pasión a los apóstoles, pero estos no hacen caso. Una, porque no entienden nada, y otra, porque tienen miedo de preguntarle. Les asusta eso de tener que morir. Sin embargo, todos sabemos que para vivir en la eternidad tenemos que morir primero aquí.

Y nosotros lo sabemos mejor que ellos. Porque ellos lo tenían delante y tendrían que pasar por esa experiencia de la Resurrección. Pero nosotros ya lo sabemos. Primero, por ellos, testigos de la misma; y segundo, por la Iglesia, que por la Tradición y por su magisterio nos lo ha participado.

viernes, 23 de septiembre de 2016



Posiblemente, Jesús no quiere que se diga que es el Mesías enviado para que nadie se sienta atraído por sus milagros y obras. No quiere seducirte con su poder, porque eso le sería muy fácil. Quieres que seas libre y, por amor, decidas seguirle. Porque Él es la Verdad que buscas, y también el Camino y la Vida. O quizás porque todavía no había llegado su hora y no era el momento.

Un Jesús humilde, sencillo y pobre, desprovisto de todo poder no encanta a nadie. Herodes se desilusiona cuando lo tiene delante de él. Y todos se mofan y ríen. Jesús se presenta despojado de su dignidad y condición divina. Quiere que tú decidas por amor y en verdad y justicia. 

Y realmente nos cuesta. Necesitamos la fe y abrirnos a la acción del Espíritu Santo. Nos identificamos con Jesús, pero eso no nos basta. Necesitamos la fuerza del Espíritu Santo, para asistidos por Él vencer al pecado y en libertad optar por el Señor.

jueves, 22 de septiembre de 2016


Con los años y la experiencia, el hombre madura y empieza a comprender que vanidades y avaricias no son cosa perdurable. Y aunque aparentan llenarte, sólo son espejismos que con la misma fuerza que llegan y parecen darte la gloria, se retiran y te dejan hueco y vacío.

Todo es esta vida es vaciedad y finitud. Todo termina, y lo que termina no tiene mucho valor, porque una vez terminado te deja con más hambre y dependencia. Así, el hombre se cansa de tener sed y hambre de tantas cosas etéreas y volubles. Necesita buscar algo más sensato y con sentido.

Y sólo Jesús, que se presenta despojado de todo poder, de toda vanidad, de todo aquello que lo puede atar. Humilde, sencillo y vaciado de vanidad para quedar lleno de Amor, es la solución a las aspiraciones del hombre. Porque sólo en Él está la paz, el gozo y la alegría eterna.

miércoles, 21 de septiembre de 2016



Hemos recibidos unos talentos que se hacen visible en la vida de cada uno. Conocemos, y la experiencia lo avala, que muchas personas con iguales oportunidades y estudios tienen diferente rendimientos. Las capacidades son dones recibidos y eso sólo Dios lo sabe.

La elección de Mateo, el apóstol, y otros muchos son un misterio. Sólo Jesús sabía el por qué de su elección y en ese momento histórico. Lo verdaderamente importante es responder a esa llamada. Y el ejemplo es claro e ineludible, María, la Madre de Dios.

María, desde el primer momento supo estar a la altura y responder a la elección de Dios. Ella es ejemplo y modelo de respuesta y compromiso. Sería un paso hacia delante meditar y reflexionar que quiere Dios de nosotros, porque también nosotros hemos sido elegidos. Pues estamos en el mundo y vivimos. 

martes, 20 de septiembre de 2016



El parentesco sanguíneo no es más fuerte que el que se establece en la amistad, la simpatía y compenetración que sintoniza en el encuentro de pensamientos y en la verdad. De tal forma que, sin haber ninguna característica sanguínea, si hay una espiritualidad común que los une y hermana íntimamente y profundamente.
                                 
En el orden espiritual somos hermanos de Jesús en la medida que, hermanados en el Espíritu Santo por el Bautismo, por Voluntad de Dios, cumplimos sus mandatos fieles a nuestros compromisos bautismales. Nos une el amor de Dios y su Voluntad de hacer sus hijos.

En ese sentido, por la fe y nuestras obras, quedamos unidos al Señor Jesús, y por Voluntad del Dios Padre, hijos adoptivos y hermanados en el Señor Jesucristo, coherederos, por sus méritos de Pasión y Muerte, de la Gloria del Padre.

lunes, 19 de septiembre de 2016



Todo lo que está oculto está llamado a descubrirse, porque nada permanece en secreto. Incluso la Verdad con mayúscula se hará Luz un día. Es el día prometido en que Jesús vendrá por segunda y última vez a resucitar a todos los hombres y a establecer su reinado.

Un reinado de verdad, de justicia y de paz. Un reinado donde sólo estarán aquellos que han creído en Él y han vivido en su Palabra. Y del que quedarán excluidos todos los que le han negado o han sido indiferentes a su Palabra, siendo conducido a la perdición y el llanto.

Por eso, Señor, enciende mi corazón para que, incandescente por tu Amor, sea antorcha que alumbre en sus pasos a todos aquellos que están a su lado. Y que refleje tu Imagen para que sea percibida por todos los que se acerquen a mí.

domingo, 18 de septiembre de 2016



Proclamar la Palabra de Dios es experimentarte dispuesto a todo. Es sentirte en acción plena y arriesgar, dándolo todo, toda tu astucia y capacidad para iluminar con tu vida y palabra, la Palabra de Dios. Porque esa es la Luz por la que debemos dejarnos alumbrar.

Sin embargo, experimentas que te retraes, experimentas miedo, vergüenza y respeto humano. Y piensas más en ti, en tu ridículo y tu vergüenza que en dar a conocer la Palabra y arrojar luz en la vida de los otros. Recuerda que quien se avergüenza del Señor (Mc 8, 38), Él también lo hará delante del Padre.

Y confía en que sentirás gozo y alegría cuando padezca esos insultos, risas y te sientas ridiculizado por aquellos que rechacen la Palabra de Dios carguen contra ti. Porque es entonces cuando has ganado un tesoro en el Cielo y cuando has sido luz para los otros, a pesar de no querer dejarse alumbrar.

sábado, 17 de septiembre de 2016



La  vida es para dejar huella, y si no es así es que no estás vivo, sino muerto. Despierta y ponte a caminar y emplea toda tu astucia para que tu vida deje, al caminar, la huella de tu amor. Porque lo importante no son los pasos que hallas dado, ni los zapatos con los que los haya caminado, sino las huellas que hayas dejado.

Y la huella que tienes que dejar no es la de mal administrador, sino todo lo contrario, la de la honradez, las justicia y, sobre todo, la del amor. Se hace necesario que tengas que poner en movimiento toda tu astucia y pericia para que tus huellas dejen el sello de tu amor y pisar fuerte por donde caminas.

No por hacer muchas cosas o caminar mucho tus huellas quedan impregnadas, sino por el amor que pongas en cada pisada que des. Porque sólo lo que se imprime es aquello que entra hasta dentro del corazón y va revestido de verdadero y sincero amor.

viernes, 16 de septiembre de 2016



El Evangelio de Lucas nos habla hoy de un día normal en la Vida de Jesús. Acompañado de los apóstoles y varias mujeres, Jesús emprende la proclamación del Evangelio recorriendo varios pueblos y ciudades.

La mujer ocupa un lugar relevante dentro del grupo que acompaña a Jesús. Ya, la encarnación empieza por el Sí de una mujer, que se entrega voluntariamente a la Voluntad del Padre. María tiene un papel de suma importancia en la redención y su importancia es tal que es por ella por donde nos viene a todos los hombres y mujeres la salvación. 

Desde el principio la mujer destaca en la vida de Jesús. Son las primeras que dan el pistoletazo de salida, pudiéramos decir, a la Resurrección de Jesús. Ellas, sin voz y sin ningún crédito, son las escogidas para anunciar que Jesús ha Resucitado. Y también hoy, la Iglesia las necesita para continuar esa labor.

jueves, 15 de septiembre de 2016



El sentimiento materno es algo milagroso. No puede venir sino de Dios, que Él mismo ha pensado para su Hijo, el Predilecto, eligiendo a María como su Madre, y a José como su Padre adoptivo. Dios ha querido nacer dentro de una familia, una mujer, María, y un Padre, José. Así, Dios, ha instituido la familia.

Por eso, los pueblos están formados por familias. Familias que se componen de un hombre y una mujer, de los que nacen los hijos. Es la familia natural, la que ha instaurado Dios y la que da continuidad y perpetuidad a los pueblos y naciones.

Un hombre y una mujer que se complementan porque se diferencian. Si no serían iguales. Y no los son. El hombre tiene unas características y la mujer otras. Eso sí, son iguales en dignidad y en derechos, pero son diferentes en naturaleza. Ambos, unidos en el amor, reflejan a Dios.

miércoles, 14 de septiembre de 2016



El Señor les adelantaba, en primicia informativa podríamos decir, a los apóstoles, la noticia de su Pasión y Muerte. Al parecer estaba escrito y profetizado y en la Voluntad del Padre desde el principio. No hay otro camino sino el señalado y escogido por Dios.

Y todo estaba diseñado para que ocurriera así. Y no por Voluntad de Dios, sino por voluntad de los hombres, que, a pesar de las Obras y Palabras de Jesús, continuaron empecinados en rechazarle como Hijo de Dios y quitarlo del medio. 

Y así se cumplieron las escrituras y todo lo profetizado. Pero también nuestra gran esperanza y fundamento de nuestra fe. Que el Señor Jesús, tras sufrir su Pasión y condenación, fue crucificado en la Cruz, Muerto y sepultado y Resucitó al tercer dá. Y eso esperamos los que en El creemos, resucitar con y en Él.

martes, 13 de septiembre de 2016



La gran diferencia entre el creyente en Jesús de Nazaret, vencedor de la muerte, y aquello que no creen es, precisamente, que los primeros, a pesar de que se le pueda tener miedo, tienen la esperanza de vencerla. Mientras que los segundos ponen sus esperanza en este mundo donde la muerte vence.

Un cristiano espera y cree en la Vida. En la Vida Eterna, porque es de eso de lo que le habla Jesús de Nazaret. El mismo Jesús que encontrándose con una comitiva, que iba a enterrar al hijo de una pobre viuda, en Naím, Jesús compadecido le resucitó. Cree porque su Palabra es Palabra de Vida Eterna y porque siempre tiene cumplimiento. Tal es así que, crucificado en la Cruz, muerto y enterrado en el sepulcro, Resucitó al tercer día. Jesús ha vencido a la muerte y nos promete, a los que creen en Él, resucitar nosotros también. 

Así de sencillo. Su Palabra tiene cumplimiento. Él con su Vida nos lo ha, no sólo dicho de Palabra, sino también con sus Obras. La última, su propia Resurrección. Por lo tanto, a pesar de nuestras debilidades y miedos, vivimos en la esperanza de resucitar con Él cuando se cumpla su Palabra de su segunda venida.

lunes, 12 de septiembre de 2016



El amor se demuestra cuando realmente se necesita. No es ocasión buena para demostrarlo cuando todo va bien, sino que es en los momentos difíciles cuando se tiene oportunidad de demostrarlo. Así en la enfermedad o en peligro de muerte tú descubres que eres querido por aquel que te atiende y se esfuerza en salvarte.

Es lo que transparentó aquel centurión con respecto a su siervo. Le importaba mucho su salud y lo demostró suplicando la ayuda de Jesús en el que confió que le podía salvar. Y no sólo eso, sino considerándose indigno de que fuese a su casa, le envió aviso que lo mandase de palabra y bastaría.

Porque él, siendo un simple centurión tenía soldados a su cargo a quienes les mandas esto y lo hacen, y siervos a quienes les dice ven, y vienen. Y Tú, Señor, que tienes Palabra de Vida Eterna y todo lo puedes, sólo te basta desearlo.

domingo, 11 de septiembre de 2016



El amor se demuestra con el compromiso. O, dicho de otro modo, el amor es un compromiso, hasta el punto que, extraviada una oveja del rebaño, arriesga tu vida en su búsqueda hasta salvarla. Y te sientes feliz y gozoso hasta hacer una fiesta por su recuperación.

Ese compromiso descubre la responsabilidad y el grado de amor del que está al cuidado del rebaño. Jesús nos habla hoy del buen Pastor que sale a buscar a la oveja extraviada y da su vida por salvarla. Y recuperada da una fiesta para festejar su alegría.

Así somos nosotros, ovejas sin rumbo que nos perdemos fácilmente por las tentaciones de este mundo. Conviene estar muy atentos para seguir siempre los pasos del Buen Pastor, y nunca alejarnos de Él. Porque nuestra vista es corta y, alejados del Señor, nos perdemos con facilidad.

sábado, 10 de septiembre de 2016



El corazón es el centro de la bondad o la maldad de las personas. Pero el corazón se puede cambiar y cultivar para que se transforme en un corazón limpio y puro. Para eso somos libres, para elegir entre el bien y el mal. Claro, la cuestión estriba en que sólo no podemos transformarnos porque el pecado nos puede.

Para transformarnos necesitamos confiar en el Señor, que viene precisamente a cambiar el corazón de piedra de los pecadores. Por la fe y en manos del Señor podemos transformar nuestro corazón de piedra en un corazón de carne, suave, bueno y misericordioso. 

Y eso hay que buscarlo y pedirlo, porque el Señor ha venido para dárnoslo. Pidamos, pues, que, por la Gracia del Espíritu Santo, nuestro corazón de piedra sea transformado en un corazón de carne amoroso y misericordioso como el del Señor.

viernes, 9 de septiembre de 2016



A la hora de buscar un guia buscas a alguien que conozca bien el terreno donde quiere que te guie o aconseje. Lo contrario sería un disparate. Por lo tanto, si quieres seguir a Jesús de Nazaret tendrás que escuchar su Palabra y, conociéndola, experimentar lo que dice.

Y nunca pierdas de vista que el discípulo nunca será más que su maestro. Por lo tanto, seguir a Jesús comporta estar en íntimo contacto con Él, la oración, y escuchar a diario su Palabra. No para aprenderla, sino para, conociéndola, vivirla aplicándola a nuestra vida.

Porque no se trata de conocerle y admirarle, sino de imitarle. Porque cuando te esfuerzas en imitarle estás descubriendo que le admiras y le conoces. Pues, Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y no se puede encontrar ese Camino sin contar con Él.

jueves, 8 de septiembre de 2016



Tener fe es creer en alguien y seguir las indicaciones y estilo de vida de ese alguien. Cuando decimos que creemos en Jesús, el Hijo de Dios, estamos diciendo que queremos seguirle y vivir según su estilo. Y esa fe que profesamos debe verse en el estilo de nuestra propia vida.

Es el ejemplo que nos dan todos los que han creído en Él. De manera muy especial la Virgen María. María es ejemplo de fe y de vida. Su incondicional Sí al deseo de Dios de ser la Madre de su Hijo cambió su vida, y la llevó hasta los pies de la Cruz donde fue crucificado su Hijo. 

Por eso es la Madre, la Madre de todos los hombres que, como Ella, siguen a su Hijo, Jesús, el Señor, y se esfuerzan en seguir su ejemplo de fidelidad y perseverancia. La Madre que tenemos en el Cielo y a la que imploramos su intercesión, como en Caná, para que, por la Gracia del Espíritu Santo seamos fortalecidos y conducidos hacia la presencia del Señor.

miércoles, 7 de septiembre de 2016



El verdadero sabor del gozo es el último. De tal manera que si lo que pruebas es dulce y gustoso al principio, pero luego, al final se vuelve amargo, el resultado final será desagradable. Sería mejor pasar la amargura primero y luego gozar del sabor dulce al final. Nos quedará un grato y hermoso sabor.

Eso es lo que nos viene a decir Jesús en el Evangelio de hoy: «Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas». 

Es conveniente meditar sobre nuestra manera de vivir para que luego no tengamos sorpresas. En la parábola de las diez vírgenes, las cinco sensata y las cinco necias, tenemos también una referencia de cómo tenemos que estar preparados para cuando llegue nuestro momento y nuestra hora.

martes, 6 de septiembre de 2016



La necedad y la ignorancia son muy peligrosas. Y el peligro está, no tanto en cuanto sus consecuencias, sino, sobre todo, en que no te das cuenta como entran en ti mismo. Creyéndote sensato, te mueves y comportas suficientemente porque, a pesar de tu saber, ignoras muchas cosas.

Por eso, Jesús, el Hijo de Dios, estaba en contacto diario y a cada instante con su Padre, porque de su Padre había recibido toda sabiduría. Y en todas sus decisiones recababa la Sabiduría y Voluntad del Padre, porque Él había venido a cumplir su Voluntad.

Y en esa súplica e intención procedió a elegir a los apóstoles, dándoles poderes y la misión de continuar su obra, la de ir y proclamar el Evangelio bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así nacía la Iglesia.

lunes, 5 de septiembre de 2016



No se puede hacer la ley sin tener en cuenta las necesidades de los hombres. Porque las leyes están hechas mirando el beneficio y el bien de los hombres. Nunca será buena una ley cuando somete y esclaviza al hombre. La ley del sábado limita el bien del hombre y eso no está  bien.

Y los fariseos y escribas lo conocen y saben. Pero no quiere dar el brazo a torcer y dejar que Jesús les diga lo que tienen que hacer. Su orgullo y soberbia los ciega y le impiden ver. Están ofuscados y llenos de ira y no piensan en el bien de los demás sino en el suyo propio.

Incluso, son indiferentes a lo que hace Jesús. Su cinismo les traiciona y nada les hace reflexionar ni cambiar. Son árbol de mala planta y están podridos. Posiblemente no se pueda hacer nada por ellos, pues no tienen cura.

domingo, 4 de septiembre de 2016



Es de sentido común entender que si no decides apostar por algo concreto y determinado, llegas a confundirte y a no saber qué es lo primero en tu vida. Jesús lo deja muy claro hoy en el Evangelio: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.

Pero, también deja claro que, todo aquel que quiere seguirle lo demuestra en el amor. Amor a Él sobre todas las cosas, pero también, amor al prójimo como nos ama Él. Y eso se demuestra amando a todos aquellos que nos rodean y se cruzan en nuestra vida, donde están incluidos padre, madre, hermano, mujer, marido, hijos…etc.

Porque es que el Amor a Dios es vital para que nuestra vida funcione y sea reflejo de la de Jesús en medio de todos aquellos que conforman nuestro vida y nuestro mundo particular. Porque sin Él todo se complica y nacen los egoísmos que nos enfrentan y separan. Sólo su Palabra nos salva.

sábado, 3 de septiembre de 2016



Las leyes nacen con el objetivo de regular y defender lo bueno y el bien. Es decir, prevalecer en la verdad y en la justicia sobre lo que es falso, mentira y perjudica al hombre. Pero muchas leyes son propuestas y escritas desde la mentira, porque no buscan el bien del hombre sino someterlo.

Este es el caso del Evangelio del sábado, donde Jesús desmiente la ley del sábado, valga la redundancia, que somete y limita al hombre a la ley, y no a su beneficio y bien. Porque el centro del universo es el hombre, creado por Dios para que lo administre en su provecho.

No es cuestión de poner leyes que impidan realizarse al hombre, porque eso sería inferior a la Ley Natural, que Dios ha impreso en el corazón de cada hombre para que, empleando su sentido común se sirva de todo lo creado de forma justa y en verdad.

viernes, 2 de septiembre de 2016



Los hombres se aferran a las leyes y son las leyes las que mandan y someten al hombre. No es de sentido común que se haga la ley para que el hombre le dé cumplimiento. Sino todo lo contrario. La ley se hace en función y para el bien del hombre. Eso es lo que nos dice el sentido común y nuestra conciencia.

Y esa es la verdad. Pero, resulta que muchos hombres, empeñados en someter a otros, trazan leyes y caminos que, aparentando verdad, son mentiras, y llenan la vida del hombre de leyes y normas que le agobian y esclavizan. Y los deja a merced de su poder y mando.

Jesús, por eso le mataron, dice lo contrario. La ley a favor del hombre y para su bien. Todo para el servicio del hombre y para su salvación. Nada que le esclavice y le someta. Todo para que pueda servirle en orden a su total liberación y salvación. Y el amor cumple todas esas condiciones. Y Jesús, el Señor, nos ama hasta el extremo.

jueves, 1 de septiembre de 2016



¿Qué clase de pescador quieres ser? Esa es otra cuestión, porque dependiendo de lo que quieras pescar ahí pondrás  corazón. Y el fruto de tu pesca hablará de tu obrar.

La vida te enseñará a saber pescar, pero a coger la clase de pescado que interesa, eso sólo te vendrá de arriba. Porque solos aquellos que viven en aguas limpias son los que dan vida eterna.

Porque todo pescador busca el alimento, no perecedero, sino aquel que sirva para alcanzar la vida eterna. Pues los demás, aun siendo necesarios son perecederos.