Estamos en el mundo, pero no somos ni pertenecemos al mundo. A pesar de
ello, vivimos en el mundo. En un mundo que obedece al Señor del mundo y que nos
arrastra y trata de someternos.
En y por el Bautismo nos fortalecemos en el Espíritu Santo y juramos
luchar contra el mundo. Estaríamos perdido sin la asistencia del Espíritu
Santo, pero en y con Él ocurre lo contrario: “Venceremos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.