viernes, 23 de mayo de 2014

LA NOCHE, UN BUEN MOMENTO PARA PENSAR

Es bueno y necesario sentir la inquietud y el deseo de evangelizar. Porque el amor de Dios te llena de un gozo pleno que es inevitable derramarlo en los demás. Si esto no ocurre así algo raro está pasando dentro de ti. Posiblemente no dejas entrar el amor de Dios. Y esto ocurre, sin darnos cuenta, cuando pensamos que somos nosotros en la Iglesia los que evangelizamos. Y si lo hacemos dándonos cuenta, peor que peor.

Porque no es la Iglesia ni nosotros los que evangelizamos ni continuamos la acción de Cristo. Seguramente no sabríamos hacerlo sin Él y sin su Espíritu. Es el mismo Cristo Resucitado quien continúa su obra, pero ahora en la Iglesia y por su Iglesia en la fuerza del Espíritu Santo, que ha recibido del Padre, y ha derramado (Act. 2,33 de la exhortación del Papa Francisco "La alegría del Evangelio) sobre los que han de ser sus testigos.

Por eso, mientras no nos dejemos conducir por el Espíritu y la Palabra, la acción del Espíritu Santo no actuará en nosotros. Porque es Él quien dirige y realiza en nosotros la evangelización.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.