Los apóstoles necesitan algo más que la aparición del Señor.
Quieren salir de dudas y comprobar que no es un fantasma. Jesús, sabedor de
esas dudas les muestra sus Manos y Pies, y les invita a creer. Es el mismo que
ha estado con ellos unos tres años. Y les pide algo de comer para que salgan de
dudas, Los fantasmas no comen.
Pero, ¿no nos ocurre a nosotros lo mismo? ¿No hemos recibido
pruebas y testigos de sus apariciones? ¿En la comunidad no nos hablan otros de
sus experiencias de Cristo Resucitado? ¿Y la madre Iglesia no nos aporta
conocimiento, testimonios de todos los que han alcanzado la santidad? ¿Por qué
somos tan obstinados?
Tendremos que ser más
dóciles a nuestra madre la Iglesia que nos presenta y nos da testimonio de la
Palabra de Dios. Tendremos que confiar más en el testimonio de nuestros
hermanos en la fe y también estar más sensibles y atentos a todo lo que nos
suscita el Espíritu Santo. Porque, una cosa es realmente cierta, el Señor está
Vivo y entre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.