lunes, 30 de octubre de 2017

Sucede que nos encontramos tan suficientes para solucionar los problemas de nuestra vida que lo que se nos atraganta y no podemos, lo aceptamos como algo nuestro. Terminamos sometiéndonos a lo que nos supera y no nos resistimos a lo que nos tuerce nuestra vida.

En lo más profundo de nosotros mismos no queremos ser así, ni tampoco actuar como experimentamos que nos inclina nuestra propia humanidad. Queremos hacer las cosas bien, pero nuestras propias fuerzas flaquean y se muestran débiles ante la adversidad. Hacemos lo que no queremos y nos sentimos mal.
                     
Todo depende de nuestra elección. Somos libres para tomar el camino que queramos, pero sólo hay uno que nos puede salvar. Y ese es el bueno. No está en la Ley, sino en el Amor. El Amor de Dios es el que nos salva y es al que debemos agarrarnos. Sólo Él nos conoce y sabe lo que realmente necesitamos para enderezarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.