Sucede que en nuestra vida confundimos el seguimiento con el
cumplimiento. Reducimos nuestra fe en unos cumplimientos que nada tienen que
ver con nuestra vida. Todo se reduce a cumplir, pero no porque se trata de
acercarnos al Señor y desear dejarnos convertir por Él, sino, simplemente un
precepto que hay que cumplir.
Quizás, muchas misas dominicales son simples cumplimientos y
preceptos, pero no son expresiones de fe y de alabanza a Dios. Quizás, muchas misas
dominicales son causa de un precepto que hay que cumplir, pero no tengo
conciencia de un Dios que me quiere salvar y me llama a trabajar en su Viña.
Posiblemente me atrevería a decir que situados así estamos con el arado en la
mano y la mirada hacia atrás.
Y ya conoces la
respuesta del Señor ante esta postura o actitud. Sólo le vale la de seguir sin
vacilar, sin mirar hacia atrás. Sólo le vale aquellos que confían y son
perseverantes. A pesar de sus debilidades y tropiezos, pero siempre adelante,
junto al Señor y confiando en su Espíritu y su Gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.