sábado, 30 de septiembre de 2017

Se nos hace difícil comprender la Pasión del Señor. Sobre todo a aquellos hombres que veían en Él al libertador que les iba a sacar del yugo del pueblo romano. También a nosotros hoy se nos hace difícil comprender como la Iglesia pasa por momentos difíciles de los que no parece salir. Son instantes donde nuestra fe está a prueba.

Tampoco entendemos cómo y cuánto nos ama Dios. Nos cuesta mucho controlar nuestra soberbia y todos los pecados que de ella se derivan. Somos pronto a experimentar odio, venganza y todo tipo de asedio a imponer nuestros pensamientos y criterios. Entender que el amor es el arma para vencer todos estos pecados nos cuesta mucho.


Y sólo con la cercanía del Señor podemos esperar que el milagro se produzca. Esa es nuestra fe y también nuestra esperanza. En eso confiamos y en esa confianza nos acercamos al Señor abandonándonos en sus Manos para, convertir nuestro corazón de piedra, en un corazón de misericordia y amor.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Nuestros gustos deben ser controlados, porque de no ser así actuamos como los animales. Ellos no se pueden controlar y siguen la ley de los instintos tal y como están programados. Se puede adivinar incluso lo que van a hacer, pero, el ser humano puede controlar sus pasiones y encauzarla hacia el bien y la verdad. Por eso somos personas.

Cuando nos enfrentamos a nuestros gustos y pasiones nos damos cuenta que podemos controlarlas y dirigirlas al bien común. Somos libres, pero tenemos una voluntad para encauzar esa libertad hacia la verdad y la justicia buscando siempre lo bueno, lo bello, lo verdadero y justo.

En este sentido, los ángeles nos ayudan y nos protegen. Experimentamos sus asistencias cuando somos capaces de sobreponernos y de superar esas pasiones y apetencias que tratan de arrastrarnos hacia lo malo, lo injusto e irresponsable. No los vemos, pero los sentimos y los notamos. Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me acompañan.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Muchas personas que, incluso le conocen y saben quién es, hoy se mantienen lejos de Él. Le juzgan por lo que han hecho otros que, confesándose sus discípulos, le han traicionado, viviendo contrario a sus mandatos. No es la Iglesia culpable de lo que hagan algunos de sus miembros.

De la misma forma muchos partidos no son culpables de los que hagan algunos de sus miembros. No es corrupto el PP o el PSOE o C´D porque lo sean algunos de sus miembros. Tampoco lo es la Iglesia por malo o corrupto que sean algunos de sus miembros. No podemos culpar y hacer responsable al todo cuando la falta recae en una parte.

Conviene primero conocerle, pero conocerle bien. Y hacerlo sin segunda intenciones y con la sana intención de buscar la verdad, lo bueno, lo justo. No quedarás desilusionado, ni indiferente, ni perplejo. Quedarás esperanzado, alegre y lleno de paz, porque Él es el único y verdadero Camino, Verdad y Vida.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

La vida vuela, ya correr es poco, y se hace harto difícil encontrar espacios de serenidad y de búsqueda para la reflexión serena y pausada donde se dé sentido al discernimiento y a lo trascendente. Porque, lo que el mundo te ofrece está en la superficie y se ve su esencia corrupta y caduca. Nada se sustenta por sí mismo y todo está llamado a desaparecer.

Luego, ¿qué sentido tiene el cómo y por qué vivir? Si todo está llamado a una vida efímera y caduca, ¿tiene la vida algún sentido y esperanza? En este contexto social, convendremos en que hay que, adaptándose a los tiempos, proclamar la Buena Noticia.

Porque, lo que trae y proclama Jesús es una Buena Noticia. Y el mundo en el que vivimos está necesitado de esa Buena Noticia. Porque responde a todo lo que el hombre busca y quiere. Debemos, pues, aprovechar todos los medios de que disponemos y están a nuestro alcance para proclamar esa Buena Noticia de Salvación.

martes, 26 de septiembre de 2017

En las comunidades eclesiales ocurre también algo parecido. Muchos van llevado por el interés que puede beneficiarte ciertas amistades, y engoados porque piensas que la vida te va  a ir mejor. Pero, cuando experimentas que nada de eso va a ocurrir, por el contrario, va a empeorar, tu interés desaparece y te alejas.

De eso nos habla el Evangelio de hoy. Necesitamos acercarnos al Señor para conocerlo. Pero, acercarnos con buenas intenciones y buscando la verdad y la justicia. Al menos, acercarnos y escucharle y después discernir lo escuchado. Posiblemente todo será diferente.


Porque, si somos personas de buen gusto, lo lógico y de sentido común es que quedemos encantado con la Palabra del Señor. Porque, todo lo que buscamos está contenido en el Mensaje del Señor. En Él encontramos la tranquilidad, la seguridad, la valentía, la luz, se nos quita el miedo al dolor y sufrimiento y, sobre todo, experimentamos la paz y el amor.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Todos estamos llamados a la luz y nos gusta dar luz. Nadie quiere ocultarse bajo la oscuridad ni vivir en la mentira y engaño. Ocurre que nuestras debilidades nos traicionan y nos inclinan a engañar. Entonces buscamos las tinieblas donde poder ocultarnos y pasar desapercibidos.

De cualquier modo, la verdad siempre saldrá a la luz. Nada puede permanecer oculto y todo se sabrá en el tiempo. Será, pues inútil tratar de evitar la luz porque ella inundará toda oscuridad y alumbrará toda verdad a fin de que sea bien vista y contemplada.

Todo será descubierto y nada permanecerá bajo la oscuridad. Porque la verdad tiende a emerger y a dar luz a la oscuridad. De modo que nada pueda existir en las tinieblas que no sea descubierto en la luz. Y aquellos que no la aprovechen para alumbrar sino que permanecen en la mediocridad, perderán incluso lo que tienen, pues al final brillará sólo los que estén en la Luz.

domingo, 24 de septiembre de 2017

La oferta que el Señor te hace no tiene fecha de caducidad. Ni tampoco hay que guardarla en algún lugar especial. Sólo necesitas abrir tu corazón y disponibilidad. Lo demás, el tiempo y el trabajo, no tiene mayor importancia. Con tu sí, el Señor hará después maravillas. ¿Acaso no lo hizo con su Madre?

Por eso, la disponibilidad de tu respuesta es lo que el Señor busca. Por eso, nos ha dicho que muchos últimos serán primero. Porque, hay primeros que están en la Viña, pero no están disponibles. Tienen cerrado sus corazones y no responden al trabajo que el Señor les propone.

Puede ocurrir que tú, y también yo, nos interpele este mensaje. Quizá estamos en los primeros lugares, pero no tan disponibles como muchos que puedan agregarse en otros momentos más tarde. Siendo ellos últimos estarán delante de nosotros. Porque, aquí, en la Viña del Señor, sólo vale la disponibilidad y la respuesta abierta a la Gracia del Señor. Pues, es Él quien cultiva esos frutos hermosos en nosotros.

sábado, 23 de septiembre de 2017

En la medida que tu compromiso se activa y se compromete, valga la redundancia, irás advirtiendo que actividades haces mejor, y, también, cuales sirven mejor a los demás. Entonces irás descubriendo cuales son las semillas que tú corazón debe acoger, cultivar y, bien abonadas, sembrarlas.

Con el tiempo tu labor irá fructificando y dando esos frutos que mejoren el mundo en el que vivimos. Unos frutos que, estando tu árbol injertado en el Señor Jesús, dará los frutos más hermosos y buenos que servirán para que otros alivien su vida y, con tu testimonio, descubran también sus semillas.

Es bueno orientar las orejas y despertar los oídos. Estar atentos y disponibles para recibir y responder a la llamada de invitación a participar en la Viña del Señor. Tu trabajo hace falta. Si el Señor te ha creado es porque también te ha mandado una misión. Una misión que hoy te reclama y con la que tú puedes ayudar a que el mundo sea el verdadero Reino de Dios.

viernes, 22 de septiembre de 2017

La presencia de la mujer en la Iglesia no es casual ni por accidente. Ellas tomaron presencia en la labor de proclamar el Evangelio. Y por María, su Madre, Jesús se hizo presente en el mundo. Y, también hoy, quizás con mucha más presencia que el hombre, la mujer destaca en las parroquias y en los menesteres de la evangelización.

Por propia experiencia, en mi comunidad parroquial doblan o triplican el número a los hombres. Y en todos los grupos abundan con mucha diferencia sobre los hombres. La mujer ocupa un papel muy importante en las labores de evangelización y la Iglesia las necesita.

 Hoy podemos leer en el Evangelio - Lc 8,1-3 – y comprobar cómo acompañaban a Jesús y le ayudaban en su labor evangélica de cada día, sirviéndole con sus bienes y trabajos. También hoy, la Iglesia, se beneficia de esa entrega y servicio de la mujer fiel a su compromiso de Bautismo.

jueves, 21 de septiembre de 2017

No cabe duda que nos sentimos atraídos por aquello que nos llega al corazón. Nada que no entre en nuestros sentimientos y los abra nos podrá interesar. Sentimos interés y atención a todo aquello que responde a nuestras expectativas de felicidad, pero solemos equivocarnos con mucha facilidad.

Porque las cosas que son de este mundo nos presentan una felicidad efímera y caduca. Son espejismos que nos asombran, pero de la misma forma sorprendente desaparecen. Posiblemente nos haya ocurrido eso muchas veces en nuestras vidas, y, creyendo que habíamos encontrado la felicidad, nos hemos desengañados con frecuencia.

Quizás vayamos algo despistados por la vida y entretenidos en las cosas que ésta nos presenta. Quizás necesitamos tener un poco más de serenidad y espacios de reflexión. Porque, como a Mateo, Jesús también nos llama a cada uno de nosotros. Y, quizás, absorbidos por las luces de este mundo, no le respondemos ni le seguimos.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Hay momentos en la vida que no escuchamos lo que nos dicen. Queremos imponer lo que a nosotros nos parece, y si nos tocan la flauta, no bailamos; o si nos entonan endechas, no lloramos. Es decir, bailamos y lloramos a nuestro ritmo sin tener en cuenta los demás.

Eso ocurre con mucha frecuencia y en muchos actos de la vida de cada día. Opinamos y seguimos nuestra propia intuición. Es verdad que hay que discernir, pensar y actuar, pero si perdemos de vista al Espíritu Santo nos quedamos a merced de lo que piensa el mundo, y es ahí donde empiezan los problemas.

Primero Dios, y luego, desde Él iremos pidiendo luz para discernir sobre lo demás. Porque, con la asistencia del Espíritu Santo, que nos acompaña y guía, los problemas no tendrán nuestra particular solución, sino la que nuestro Padre Dios quiere para cada uno de sus hijos. Y Él, que nunca se equivoca, nos dará lo mejor, para nuestra salvación, para cada uno.

martes, 19 de septiembre de 2017

Esta vida, la de este mundo, tiene verdadero sentido cuando su objetivo está en la otra vida, la verdadera. Esa vida de la que nos habla el Evangelio de hoy. Esa vida de Resurrección. Y no es lo verdaderamente importante la resurrección en este mundo, porque sabemos que volveremos a morir. Lo verdaderamente importante es la Resurrección, después de compartir la muerte en este mundo con nuestro Señor Jesús.

Porque esa es la definitiva, la que será para la eternidad, y sin problemas, ni amenazas, ni sufrimiento, ni problemas de ningún tipo. Porque esa la Promesa que nos viene a revelar y regalar nuestro Señor Jesús. Lázaro y ese hijo de la viuda de Naím tuvieron que morir después, a su hora, pero la Resurrección después de la muerte de este mundo, será eterna.

Será eternamente gozosa si morimos en Gracia de Dios; será eternamente feliz si morimos abierto a su Amor y Misericordia y entregados al cumplimiento de su Palabra. Será para siempre en plenitud si, humildemente, nos reconocemos pecadores y redimidos por la Gracia y Amor de nuestro Padre Dios.

lunes, 18 de septiembre de 2017

El conocimiento puede ayudarnos en muchos momentos. Conocer el remedio nos da la oportunidad de vencer la enfermedad. En otras ocasiones, conocer al médico puede ser la oportunidad para salvar a alguien. Por eso es bueno conocer, sobre todo a aquellos que nos pueden ayudar.

En el caso que hoy nos ocupa, descubrimos que conocer a Jesús es la mejor opción que podemos tener. Porque Él es el Médico que cura, no sólo nuestras enfermedades físicas, sino también nuestra alma, salvándola y dándole vida eterna.

Por eso, escuchar y conocer su Palabra nos descubre que Él ha venido a salvarnos. Esa es la Buena Noticia. Una Noticia de salvación, que de no conocerla nos traería la muerte. Pero, sobre todo, la fe, la fe de sabernos salvados de todo peligro. Tú, Señor, eres el único y verdadero Camino, Verdad y Vida.

domingo, 17 de septiembre de 2017

El mundo está necesitado de perdón. Experimentamos que cuando en medio de los hombres nace la misericordia, se hace la paz. Y con la paz todo cobra sentido, aparece la justicia, la verdad y el amor. El mundo se transforma y todo se ilumina. La vida renace brilla la luz y el sol.

Por eso, sin perdón es imposible la vida, porque su ausencia es el génesis de las luchas y enfrentamientos. La verdad se tiñe de mentira y el amor se esconde bajo el poder y el tener. Todo se vuelve gris y oscuro y la muerte hace su presencia. El hombre pierde su esperanza y la vida se torna en muerte.

Necesitamos perdonar y perdonarnos. Porque todos somos pecadores y estamos necesitados de perdón. En el Evangelio de hoy, Jesús nos habla y nos enseña de qué manera perdona Dios. Nos habla de una parábola donde el amor del Rey se manifiesta claramente, pero también su justicia. Reflexionemos este Evangelio, y descubramos que el perdón es vital para la vida.

sábado, 16 de septiembre de 2017

La vida va dejando una estela de tus obras. Y, mirándolas, descubriremos que clase de frutos has ido dejando, si malos o buenos. Ellos revelaran si tus obras has sido buenas, o, por el contrario han estado cargadas de malas intenciones. De cualquier forma, las buenas obras no podrán salir sino de los buenos corazones.

Es una buena oportunidad descubrir que mora en tu corazón, si frutos de un árbol bueno, o malo. Porque, según sean tus obras, será también tu corazón. Así que, si tus obras son malas, en tu corazón morará el mal, y al revés si tus obras son buenas.

Pues, lo bueno procede de lo bueno, y lo malo procede de lo malo. Pero, esos frutos puedes cambiarlo ofreciendo tu corazón al Señor. Él puede convertir tu corazón de piedra, torcido y soberbio en un corazón de carne, limpio, derecho y humilde.

viernes, 15 de septiembre de 2017

El hombre, sin saber cómo y por qué, experimenta un deseo de felicidad y salvación. No se resigna a morir. Ningún animal protesta. Acepta la muerte como algo muy natural y sabe que la tiene amenazada cada momento de su vida. El hombre, por el contrario, busca seguridades y lucha para que su vida se prolongue y sea eterna.

Jesús, el Señor, entrega su Vida voluntariamente, como único camino de salvación. La entrega por amor, y sabe que el hombre, tocado y herido por el pecado, se resiste a amar. Quiere poder y fuerza e imponer su voluntad. Se entrega a sus apetitos sensuales y a sus egoísmos viciados por el pecado.

La Cruz es el signo de salvación del hombre. Cristo muere crucificado en ella por amor, y su Madre soporta con obediencia y fe el dolor de ver a su Hijo sufrir y entregar su Vida. Ambos aceptan el Plan del Padre y obedecen confiados en Él. La Cruz nos salva y también nosotros compartimos la nuestra con el Señor y con su Madre.

jueves, 14 de septiembre de 2017

El hombre se enfada y rechaza todo aquello que le hace sufrir. Sin embargo, no lo ve así, o al menos no se enfurece tanto cuando eso le sucede al vecino. En el fondo nos preocupamos cuando somos nosotros los que experimentamos el sufrimiento. Porque, Jesús experimentó el sufrimiento. Y lo hizo voluntariamente, sin tener ninguna culpa.

Podría quedarse quieto y rechazar ese plan de salvación de Dios. Pero, no fue así. Ni siquiera la Virgen, elegida para ser su Madre rechazó esa difícil misión. Ambos sufrieron voluntariamente por ti y por mí, y lo hicieron en silencio, obedientes a la Voluntad de Dios. No sufrieron por gusto, sino por amor a los demás.

Ofrecieron sus vidas para salvar a todos los hombres. Se entregaron a cumplir voluntariamente la Voluntad del Padre, es decir, amar a todos los hombres hasta el extremo de dar sus vidas. Pero, hay una condición, creer en Él. Se hace necesario la fe y la confianza, que depositada en Él nos dará la Vida Eterna.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

La pobreza no consiste en carecer de todo, sino, precisamente, no estar sometido a todos aquellos apegos y apetencias que esclavizan. Se trata de no llenar tu corazón de riquezas, de avaricia, de poder, de ambiciones y comodidades que te llevan al olvido de los demás. Se trata de compartir y amar procurando hacer el bien por amor, tal y como tú lo recibes de Dios.

Cuando experimentas estar liberado de tu sensualidad y de todo aquellos deseos intangibles que te someten y te esclavizan, es cuando puedes sentirte libre para amar. Entonces puedes darte en servicio, libre de todo interés, y abierto a toda actitud en verdad y justicia. Y dispuestos a entregarte al bien gratuitamente por amor.

Luego, en esta actitud, las bienaventuranzas no se hacen duras ni difíciles, sino que, a pesar de exigir un desprendimiento y esfuerzo por negarte y renunciar a ti mismo, experimentas que, injertado en la Gracia del Señor, todo es posible y tu voluntad se fortalece y hace posible el vivirlas con esperanza y alegría.

martes, 12 de septiembre de 2017


La vida es el resultado del esfuerzo que nosotros hagamos en cada momento e instante de ella. Es verdad que, en muchos casos, dependerá también de nuestras circunstancias, pero, también es verdad que en muchas de ellas podemos cambiarla. Sólo que necesitamos un gran esfuerzo, y eso no es muy común en la especie humana.

Necesitamos discernir y pensárnoslo muy serenamente y en paz todas aquellas decisiones que nos exigen una gran responsabilidad. Y tener la confianza que, hecho y puesto todo nuestro esfuerzo, liberamos, al menos ante Dios, todas nuestras responsabilidades, pues a veces las cosas nos sobrepasan y no acertamos en nuestras decisiones.

Pero, es muy importante, descubrir que tras una decisiva decisión conviene un pausada reflexión, que nos ayude a discernir y ver la diferencia de lo bueno ante lo malo; del bien común al bien de la verdad y justicia; del interés y beneficio, a lo gratuito y bien para todos. Y eso, en términos cristianos se llama oración. Oración con Aquel que es el Camino, Verdad y Vida.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Aquellos hombres se experimentaban molestos por el poder de curar de Jesús, por su bondad, y buscaban razones para fastidiarlo. Incluso, tan cegados estaban que justificaban la ley del sábado para impedir que Jesús hiciera el milagro de aliviar al hombre con parálisis en el brazo.

También ocurre hoy que nos fastidia que otros hagan el bien. También nos genera envidia la felicidad de otros que se sienten bien haciendo el bien. Ponemos leyes y prohibiciones para fastidiar la felicidad y la buena predisposición de otros a hacer el bien.

Queremos someter a los demás a nuestras propias leyes y proyectos. Queremos ser los que mandamos y no resulta incómodo que otros, no sólo las incumplan, sino que lo hagan en beneficios de los que necesitan ser atendidos y curados. Entonces, buscamos recursos para encontrar de qué acusarles.

domingo, 10 de septiembre de 2017

A pesar de las dificultades que implica la corrección, no podemos obviarla ni tampoco dejarla pasar. Se hace necesario corregir al amigo, a los de la comunidad y a los propios hijos. Primero debemos ponernos en manos del Espíritu Santo, para dejarnos aconsejar y llenar de paciencia y sabiduría, y, sobre todo caridad, para corregir con verdadero amor.

Y nunca violentar, ni acusar ni, menos, reprochar. Sólo advertir y sugerir el cambio de vida o la corrección de ese camino que no es el mejor. Advertir, pero también, al mismo tiempo rezar y pedir para que la persona abra su corazón y deponga su mala actitud a alejarse del camino y de la verdad.

Y, una vez afrontada la corrección, ponernos en Manos del Espíritu Santo. Corresponderá al corregido dar los pasos necesarios para subsanar su desvío y su desorientación del rumbo de su vida. Y, ofrecerle siempre la posibilidad de contar con nuestra ayuda y disposición a estar con los brazos abiertos. Como aquel padre con el hijo pródigo.

sábado, 9 de septiembre de 2017

El hombre es el ser superior de toda la creación. Sus derechos le vienen dado por la Ley Natural, y su dignidad está por encima de cualquier ley humana, que debe siempre estar promulgada para el bien de los derechos del hombre. Nunca debe ser postergada sometiendo al hombre.

Por lo tanto, el hombre debe ser el centro de toda la ley y, en función de éste debe ir dirigida. Nada debe impedirle hacer todo aquello que es útil y provechoso para la defensa de su vida y de todos sus derechos y dignidad. Y, ante la oscuridad del discernimiento de saber y distinguir lo bueno de lo malo, el hombre debe abrirse a la Verdad Suprema de donde procede toda verdad.

Por eso, el Señor les recordó: «¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, cómo entró en la Casa de Dios, y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?». Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor del sábado».

viernes, 8 de septiembre de 2017

Su venida a la tierra es muy normal, con una genealogía donde hay de todo. Hombres buenos y malos, y hasta prostituta. No hay signos de realeza. Su reinado es un reinado de amor, de justicia y de paz. Un reino de salvación gozosa y eterna. Un reinado que, entre los hombres, nos revela el camino de la única y verdadera salvación.

Pasa desapercibido por su notoriedad real y se muestra muy humilde y sencillo entre los hombres. Destaca por su Palabra, por lo admirable de su sencillez y por sus obras. Se hace notar por la autoridad con la que habla y sirve a los que necesitados se acercan a Él.

Nace en el seno de una familia humilde. De padre carpintero y madre de labores de su casa. Vive en Nazaret, un pueblo pequeño y humilde, del que nada bueno parece salir, según Natanael, uno de sus discípulos potenciales. Sin embargo, a María le es anunciad que su Hijo es el Mesías que ha de venir enviado por Dios.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Jesús, nuestro Señor, pasó haciendo el bien. Esa es la estela que Él deja de su paso por la tierra. La gente se agolpa detrás de Él y le escucha atentamente. No cabe duda que para seguir al Señor hay que conocerle, porque sin eso, difícilmente se podrá hacer su Voluntad. Y esta es una buena oportunidad para acercarse a Él.

Subir a la barca de la Iglesia es la invitación que Jesús te hace cada día. Esa Iglesia que Él fundamentó en Pedro y sus apóstoles, y que tú y yo, por nuestro Bautismo, también formamos. Nos enseña su Poder con la pesca milagrosa, para que no dudemos de su Divinidad y abramos nuestros corazones a su Palabra. Pedro y los demás quedan asombrados.

Y se reconocen pecadores, indigno de que en ellos deposite Jesús su confianza. También nosotros nos sentimos indignos, desmerecedores de tanta confianza y misericordia. Queremos pedirte perdón, Señor, y responder a tu llamada, que nos haces cada día desde el compromiso de nuestro Bautismo. Danos la fuerza que avive en nosotros esa llama de tomar conciencia de la misión que nos ha sido encomendada, la de anunciarte.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Se trata de ser sincero y justo con uno mismo, para luego serlo con los demás. Si no te sinceras contigo, ¿cómo vas a serlo con los demás? Se trata de vivir en la verdad, no la tuya, que siempre estará en el error, sino en la de Aquel que nos ilumina y nos sostiene en la Verdad. Él es el Camino, Verdad y Vida.

Se trata de tener una clara referencia e ir detrás de Él haciendo todo el bien que puedas. Se trata de dejarte guiar e iluminar por el Espíritu de Dios y, reconociéndonos pecadores, dejarnos curar acudiendo a Él. Se trata de hacernos el encontradizo, buscarlo y acudir a Él para que nos libre de nuestros pecados, y también de nuestras enfermedades.

Se trata de ir haciendo el bien injertados en Jesús, porque sólo en, por y con Él encontraremos las fuerzas, la voluntad, la sabiduría y el discernimiento de vivir en la Verdad y llevarla a cada instante de nuestra vida en su Nombre y para su Gloria.

martes, 5 de septiembre de 2017

Hoy observamos en la lectura del Evangelio como Jesús enseñaba y ponía ejemplos muy simples sacados de las estampas de la vida de cada día. La gente, dice la Escritura, se quedaban admirados con la autoridad con la que hablaba y exponía sus enseñanzas. Y de cómo expulsaba a los demonios.

Sin embargo, da la sensación que todo empieza y acaba en esa admiración. Podemos suponer que mucha gente quedó impactada, se transformó y cambió el rumbo de su vida, pero, también podemos suponer que otra mucha gente se cerró a su Palabra.

El resultado lo vemos a nuestro derredor. Hay mucha gente que trata de seguir sus pasos, pero otros no. Una cosa si es cierta, y es que su fama se ha extendido por todos los lugares. Jesús transmitía una sencillez y humildad que impresionaba con su sabiduría y su autoridad de Palabra. Él sabe quién era y como tal hablaba.

lunes, 4 de septiembre de 2017

En este mundo todo se mueve con criterios de interés. Tanto eres, tanto vales. Difícilmente aceptarán lecciones o enseñanzas del Hijo de un carpintero, aunque les sorprenda y les deje asombrados. Tratarán de justificarse y buscar razones para rechazarlo. O le pedirán pruebas y testimonios para dar crédito a sus palabras.

Está claro lo que le sucedió a Jesús en su propio pueblo de Nazaret. Allí no podría dejar de ser el hijo del carpintero José, y ya podría decir lo que sea, que se le exigiría dar señales y pruebas de su Palabra. Por eso, es verdad que nadie es profeta en su tierra. Y todos pasamos por eso.

Sin embargo, no nos gusta que se nos ignore y que, habiéndole rechazado, vayan sus obras a realizarse en otros lugares. Queremos siempre imponer nuestros criterios y nuestras razones. Pero, Jesús se abre paso entre ellos con su autoridad y su Palabra. Quizás nos convendría ser algo más humilde y pedir más fe.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Nuestros pensamientos no son como los del Señor. Los criterios del mundo son del mundo. Un mundo que busca la felicidad en la sensualidad y en las apetencias corporales. Un mundo hedonista que busca satisfacer su egoísmo en y con las cosas que les ofrece este mundo. Un mundo caduco.

Y como caduco, todo en él desaparecerá. Nada se sostiene y todo lo que se evapora, deja un vacío de infelicidad y de muerte. En este mundo, sabemos por experiencia, que no se encuentra la felicidad. No la han encontrado nuestros abuelos, ni tampoco nuestros padres. Es posible que haya una felicidad temporal, pero nunca plena y gozosa eternamente. Sin embargo, increpamos al Señor cuando nuestro camino se tuerce y nos negamos a cargar con nuestras cruces.

Y esa es la felicidad que todos buscamos. Una felicidad que nos llena de paz, de gozo y de eternidad. Una felicidad que es plena y que goza eternamente de la presencia de Dios. Una felicidad que no podemos imaginar porque no está a nuestro alcance, y la que rechazamos ignorantemente al querer discutir los que Dios nos propone, y al negarnos, también, a cargar con nuestra cruz.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Nuestra vida descubre al final de sus días la historia de nuestro ser y obrar. Todos hemos oído hablar de alguien que ha muerto buenas obras o malas. A nadie se le esconde que una persona ha actuado bien o no tan bien durante el tiempo de su vida. Todos sabemos lo que hemos hechos con nuestros talentos.

Es posible que al mundo lo puedas engañar, pero al final los resultados hablan por sí mismo y delante de Dios todo está tremendamente claro. De nada vale ganar en este mundo, si realmente perdemos el otro. Claro, es cuestión de fe. Pero, pienses lo que pienses, al final te encontrarás la verdad.

Por eso, es de buen gusto e inteligente aprovechar estos momentos de vida, y dejar un buen recuerdo. Siempre será gratificante y bueno que hablen bien de ti y que, tus talentos y capacidades dejen la huella de la verdad y la justicia. Así serás bien considerados por los demás, y tu Padre que está en el Cielo y te ve, te premiará.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Muchos trenes se pierden por no haber llegado a la hora convenida. En mi propia experiencia no he perdido ninguno, pero he estado a punto de perder algunos. En la vida nos sucede algo parecido, pero sus consecuencias pueden ser mucho más decisivas. De cualquier forma, la vida será parte de lo que tú quieras que sea.

Es verdad, que hay circunstancias en las que nada puedes hacer, pero siempre, de una forma u otra se pueden revertir y cambiarlas. El hecho de aceptarlas y empezar el camino puede ayudarnos a, si no a mejorar, sí a verlas de otra manera. Siempre hay esperanza.

Lo verdaderamente importante es tener la lámpara de tu vida encendida. Porque, que se apaguen las luces de este mundo no importa mucho. Son luces que tendrán que apagarse quieras o no, pues este mundo es caduco. Lo decisivo e importante es que la Luz que alumbra tu vida eternamente se sostenga siempre encendida. Porque esa será la Vida Eterna.