domingo, 30 de julio de 2017

Tu vida puede cambiar cuando observas que lo que haces no sirve para mucho. Sí, es posible que sirva para hacerte feliz a ti y a los tuyos. Es posible que te genere frutos temporales que te llenen y te satisfagan, pero experimentarás que al final todo te cansa y te fatiga y que el camino y tu meta no tiene sentido, porque descubres que en el horizonte se dibuja un precipicio.

Es en ese momento cuando empiezas a sensibilizarte y a descubrir la dureza de tu propia tierra. Quizás tu corazón está lleno de piedras que impiden que tus raíces profundicen. O, quizás, sean espinos y zarzas que ahogan tus aspiraciones eternas. Tu corazón queda desconcertado y tu verdadero tesoro perdido. No adviertes donde está tu perla fina y única.

Entonces, adviertes que necesitas una limpieza. Necesitas allanar el terreno, y limpiarlo de piedras, espinos y zarzas. Necesitas ordenar tu vida y quitar todo aquello que te confunde, te somete, te envicia, te distrae y te aleja del único y verdadero camino. Camino por donde puedes encontrar ese verdadero Tesoro que te conduce al Reino de Dios, y donde te espera el gozo y la Vida Eterna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.