Cuanto más te crees que sabes, más puedes estar alejándote
de la verdad. Y, en la medida que rechazas escuchar al más pequeño, más
oportunidades pierdes de saber más. Porque, siempre hay algún detalle o alguna
parte de la verdad a la que tú no has llegado.
Y, también en la medida que no escuchas a tu enemigo,
pierdes la ocasión de saber sus intenciones, así como sus cualidades o
debilidades. Luego, le das ventaja y quedas en inferioridad, porque sabes menos
del él y de cómo poder vencerle o ganarle.
Hay un refrán que
dice: “Si no puedes con tu enemigos, hazte amigo de él”. Pero, Jesús, te dice
más: “Ámalo”, y eso significa que debes tenderle la mano y no tener miedo de
acercarte a él cuando tienes la oportunidad de romper barreras. Eso es ser
manso y humilde, pues con esas armas siempre se vence y se llega al corazón del otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.