Sin darnos cuenta podemos estar incluidos en aquellos que siente una hipocresía espiritual experimentando que somos mejores que otros.
Manifestamos actitudes vanidosas y lucimos una piedad que luego resulta hueca y
vacía. Nos sentimos profesionales de la piedad sin llegar a expresarlo.
Pero, lo peor no es eso, sino que pretendemos cambiar
nosotros mismos Y esa actitud nos impide vencer nuestra soberbia y nuestra
humildad. ¿Es qué Dios no sabe cómo eres? ¿Es qué Dios te ha puesto como
condición que cambies? ¿Te ha dicho algo Dios por medio de su Hijo Jesús?
Posiblemente no le
hayas entendido. Dios te quiere tal y como eres. Simplemente, te pide que le
respondas afirmativamente. Es decir, que te abandones en sus Manos. El trabajo
de irte cambiando lo hará el Espíritu de Dios. ¿O no hizo eso con María, y con Pedro
y con Pablo y muchos otros? Quien nos cambia es Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.