El hombre y la mujer saben cuáles son sus responsabilidades
y que deben hacer. Y, también saben, cuando no cumplen con ella. En esos casos,
cuando la debilidad se antepone, se trata de auto engañarse y distorsionar la
verdad haciéndola mentira. Es ahí donde se esconde el pecado.
Porque, lo importante es el esfuerzo de superar la tentación
y el miedo, y confiar que el Espíritu Santo no te abandona y te fortalece
siempre que aceptes esa ayuda. Porque, Dios nunca puede dejarnos de la mano,
pues, su Voluntad es ayudarnos a superar esos momentos y salvarnos de la
esclavitud del pecado.
Jesús nos enseña el
Camino, la Verdad y la Vida. Él es el ejemplo y testimonio, y Él supera esos
momentos de debilidad, fortalecido en el Espíritu Santo, para hacer siempre, no
su Voluntad, sino la Voluntad de su Padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.