viernes, 19 de mayo de 2017


La amistad no se gana con dádivas y méritos materiales. Ni siquiera con espirituales. No nos van a tener en cuenta nuestros esfuerzos ni cultos. Ni siquiera oraciones y Eucaristías. Sólo seremos verdaderos amigos si guardamos y hacemos lo que Jesús nos manda.

Y el mandato es bien claro: «os mando es que os améis los unos a los otros». Así que sólo nos van a medir nuestro amor. Y esa cantidad de amor dará la verdad de nuestra amistad. Nadie tiene verdadero amor que aquel que da su vida por su amigo. Y ese es el metro con el que medirán nuestro verdadero amor.

No estamos diciendo que todo lo demás: oraciones, culto, esfuerzos, buenas obras y, sobre todo, Eucaristías no tengan valor, sino todo lo contrario, tendrán gran valor, sobre todo la Eucaristía, en cuanto sean expresión de nuestro verdadero amor, porque ese es el mandato del Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.