martes, 4 de abril de 2017

A pesar de todo lo que la vida te dé, en cuanto a felicidad, alegría y paz, llegarán momentos de incertidumbre, de tristeza y de sufrimientos. Todos, ahora o después, tendremos que morir, y eso supone instantes de dolor y sufrimientos. La vida necesita prepararnos para los momentos decisivos del viaje al otro mundo.

Vivir de manera indiferente, despreocupada y gritar -“la luz que va delante es la que alumbra”– es engañarnos, porque lo pasado no alumbra. Alumbra el presente. Y el presente si ilumina el futuro. Ese futuro que tenemos escrito en nuestro corazón, pero que no, en muchos casos, queremos conocer.

Y lo irremediable es que, quieras o no, llegará. Y dependerá de que tengas tu lámpara bien provista de aceite y tu alcuza llena para que puedas proveerte de toda el aceite que necesita tu lámpara y mantener así tu vida bien alumbrada para cuando se te muestre el camino a la eternidad.

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