martes, 28 de febrero de 2017

El Evangelio de hoy nos pone las cosas muy claras. Seguir a Jesús implica dejarlo todo. Y ese dejarlo todo supone que Él sea el centro de nuestro corazón. Cambiar nuestras actitudes soberbias, egoístas, vanidosas, ambiciosas, suficientes…etc, por otras solidarias, humildes, generosas y  dispuestas a compartir con los que lo necesitan.

Dejarlo todo es dar un giro a nuestra vida posponiendo todo lo que en ella nos invita a seguir para dedicarlo a vivir en el Señor. Eso supone centrar nuestra vida en la Palabra de Dios y llevarla a la vida de cada día e intentándola vivir.

Y eso nos exigirá estar en contacto diariamente con el Señor. La oración es el vehículo con el que podemos relacionarnos con Él y pedirle sabiduría, fortaleza y voluntad para no desfallecer en el camino y llevar a la vida sus enseñanzas y estilo de vida.

lunes, 27 de febrero de 2017

Es cierto que nadie quiere morir. Obvio es preguntarlo, porque está en la misma esencia del hombre el buscar la vida eterna. Luego, la pregunta es pertinente, porque está contenida en su misma naturaleza. Ahora, ¿dónde la busca? Esa es la vital elección.

Porque buscarla en el mundo es perder el tiempo. Nada eterno puede esconderse en lo caduco. Y este mundo caduco no puede conducir a la eternidad. Luego, ¿por qué empecinarse en buscar dónde no hay?  Luego, ¿tozudez del hombre o ceguera? Posiblemente ceguera.

El hombre anda ciego, perdido, imbuido en las cosas de este mundo que le distorsionan la realidad y le hacer ver lo negro blanco y viceversa. Una felicidad aparente le seduce y le empuja a cambiar la verdadera felicidad eterna, por un puñado de años mal vividos.

domingo, 26 de febrero de 2017

La realidad es que nos resulta difícil mantener la concentración firme cuando tratamos de atender varias cosas a la vez. Puesto la mirada en un lugar, difícilmente sabremos que ocurre en el otro. Por eso, para seguir a alguien hay que dejar lo demás y fijarse bien en el camino.

Hoy, Jesús, en el Evangelio nos habla de este problema. No podrás estar a medias aguas, porque ni harás una cosa ni la otra. O el mundo, o con Dios. Tus oídos escucharán a uno, pero no podrán escuchar al otro. Y de la misma manera servirán a uno y dejarán de servir al otro.

Por lo tanto, tendrás que centrarte en Dios si le quieres seguir, y despojarte de las cosas del mundo. Ello te exigirá firmeza y voluntad que, sólo Dios puede darte. En Él encontrarás la fortaleza y la sabiduría para vencer al mundo y serle fiel a Él.

sábado, 25 de febrero de 2017

La pureza necesita luchar contra lo impuro. Te mantienes puro cuando eliminas lo impuro. Y esa es la lucha, el cribar tus buenos y malos pensamientos e intenciones, para, desechando las malas quedarte con las buenas y sostener tu corazón limpio y bien intencionado.

Un corazón reciente, de niño, se mantiene puro. No ha dado tiempo de contaminarse y sus intenciones son buenas y abiertas a hacer caso y obedecer. Un corazón nuevo es dócil y presto a recibir enseñanzas y a cumplirlas. No obstante, la educación empieza de pequeño y es el momento cuando se es más maleable a ser moldeado.

Por eso, Jesús nos indica hoy que tenemos que tener un corazón de niño. Es decir, en mi humilde opinión entiendo que tenemos que estar abierto a la Palabra recibida; abiertos a disponernos a la conversión; abiertos a las buenas intenciones y a ser dóciles a las enseñanzas de Jesús.

viernes, 24 de febrero de 2017

Cuando se da una prerrogativa resulta que luego se distorsiona y se va extendiendo a los propios egoísmos de cada cual. Se dice esto, pero luego se hace lo que cada cual le apetece. Y así se repudiaba a la mujer por un descuido doméstico. Todo por conseguir lo que se pretendía.

¿A dónde nos conduciría eso? Tenemos  ejemplos históricos como el de Pompeya y otros que han llegado a la corrupción moral. Los pueblos se destruyen cuando las familias no se protegen, y desaparecen cuando matan. Y esos problemas ya están en el horizonte y empiezan a descubrirse.

Por eso, Jesús nos lo dice hoy en el Evangelio muy claramente: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».

jueves, 23 de febrero de 2017

Y necesitamos hacer el esfuerzo de tenerlo en cuenta, porque eso puede ayudarnos. Los sentimientos están ahí, dentro de nosotros, y no nos ayudan a acercarnos a los más pequeños y desvalidos. Necesitamos vencerlos y dominarlos con nuestra voluntad y hacer lo que nos dice el corazón.

Incluso luchando contra el sentimiento que lo repele y busca su propio ego y gozo. Amamos cuando sabemos sobreponernos a nuestros sentimientos de repulsa y comodidad y, por supuesto, con la Gracia de Dios los vencemos. Esa es la clave del amor.

El amor no es un sentimiento, ni son afectos ni caricias. El amor es un compromiso libre, voluntario y gratuito, que se hace aun no sintiéndolo, pero sí con compromiso y responsabilidad, porque entiende que hay que hacer el bien. Eso es realmente amar.

miércoles, 22 de febrero de 2017

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Cuando alguien tiene una opinión mal formada de ti, quieres cambiarla, y para ello necesitas darte a conocer o que te digan la causa del por qué esa forma de pensar sobre tu persona. De todas formas, lo que tú pienses de otro condicionará tu forma de vivir respecto a él.

Jesús, cuando lo creyó oportuno quiso saber que pensaba la gente de Él. Pero, lo que más le importó es saber lo que pensaba aquellos que estaban cerca de Él. Muchos no supieron que decir. Respondieron lo que le oían a la gente. Quizás no tenían su propia opinión bien clara. Fue Pedro, como en otras ocasiones, quien se adelantó a decir lo que pensaba.

Sabemos la respuesta, pero lo que importa en este momento que, quizás, lees estas humildes líneas, lo que piensas tú. Hazte la pregunta y respóndetela. Hoy, Jesús, te pregunta a ti. ¿Tienes una opinión sacada de lo que oyes a la gente, o la tienes del conocimiento que tienes de Jesús? Sacas tus propias conclusiones.

martes, 21 de febrero de 2017

Mucha fuerza ha de tener la inclinación del mal que arrastra al hombre a la perdición. Y eso tiene su consecuencia en el pecado. Un pecado que nace en la soberbia, en la suficiencia y el egoísmo que contamina su corazón. Un pecado que tiñe de mentira y de maldad el corazón del hombre.
 pensam

Y no se quita esa suciedad con un simple baño de agua cualquiera. Necesita buena intención y purificarse y revestirse de la Gracia de Dios. Porque sólo con la Gracia del Espíritu de Dios se puede tornar esa agua impura en pura y ese corazón mal intencionado en bien intencionado.

Necesitamos amar, pero para amar hay que estar limpio de toda soberbia y avaricia. Y si eso no se produce, nuestro actuar será siempre gris, oscuro y cargado de malas intenciones que socavan y debilitan nuestras buenas intenciones para tornarlas en malas. Así, el triunfo del amor necesita morir para vencer.

lunes, 20 de febrero de 2017

Experimentamos duda y nos llenamos de miedo e incertidumbre. Nuestra seguridad se tambalea y todo se nos viene abajo. ¿Qué clase de fe tenemos? Es la pregunta que hoy tenemos que hacernos. ¿Creemos que Jesús puede responder y levantar nuestra moral? ¿Y qué es eso de creer que puede? ¿Acaso no estamos seguros?

Necesitamos reflexionar sobre la firmeza de nuestra fe. Pero, más que eso, pedirla con firme oración. Insistir cada día y momento de nuestra vida. ¡Señor, yo quiero creer! ¿A dónde voy y en dónde apoyo mi esperanza? ¡¡Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna!!

En ti, Señor, me abandono y deposito todas mis esperanzas. Abro mi corazón y confío en tu Gracia. Dame, Señor, la Gracia de fortalecer mi fe y apartar de mi corazón todas esas dudas que me debilitan y alejan de Ti. Enciende mi corazón y lléname del fuego de tu Gracia. Amén.

domingo, 19 de febrero de 2017

El hombre piensa, hace nuevas leyes, pero cambia muy poco. Sus sentimientos de odio, venganza, envidia y otros siguen dominándole sin ser controlados. Así, cuando es violentado, insultado u ofendido, responde de forma agresiva con la misma moneda. Y eso, sabemos, que no soluciona el problema, sino que engendra más violencia.

Ha crecido en avances tecnológicos y científicos, pero se ha estancado y, si no retrasado, en crecimiento espiritual. No por tener más y vivir más cómodo, el hombre es mejor. Hoy, contradictoriamente, el hombre se mata a sí mismo y enciende muchos más enfrentamientos y guerras.

La ley del talión sigue vigente aunque esté fuera del código jurídico. El hombre sigue siendo esclavo de sus propios impulsos y sentimientos. No percibe que su voluntad y libertad son para someter esos sentimientos al bien y establecer la paz. Se trata de devolver bien por mal y dar lugar al nacimiento de la paz.

sábado, 18 de febrero de 2017

Por eso, quizás hacía falta un parón y un estímulo de esperanza. Hacía falta un luz que encendiera el ánimo de aquellos hombres y animara su esperanza y sus fuerzas. La Transfiguración viene a ser esa llama que aviva nuestra fe y enciende nuestro corazón.

Es un anticipo de lo que va a suceder y la esperanza que nos puede ayudar a soportar con esperanza todos esos momentos de desaliento, de confusión y de pesimismo. No entendemos, pero hemos visto al Señor transfigurado, es decir, Resucitado, porque con Él estaban Moisés y Elías.

Pase lo que pase, a pesar de no entender nada, tengo la esperanza viva y puesta en El. Porque es el Señor y nos ha anticipado su Divinidad y su Resurrección. La Transfiguración es la confirmación de lo que va a suceder y el cumplimiento de la promesa de su Resurrección.

viernes, 17 de febrero de 2017

Cuando el hombre quiere realizar su ideal dedica todo su esfuerzo en conseguirlo. No elude ningún sacrificio que le acerque a ese ideal y todo lo da por bueno. Observamos eso en aquellos deportistas que hipotecan su vida por alcanzar una medalla olímpica.

Sin embargo, lo importante que todo lo que se puede conseguir en este mundo es caduco. No tendrá mucho valor alcanzar muchos premios o tener grandes éxitos. Pues, todo tiene sus días contados. Sin embargo, es loable ver el empeño y todo el esfuerzo y sacrificio que ponen por alcanzarlo.

Jesús propone, no algo mejor, sino lo mejor. Lo que todos los hombres buscan y desean alcanzar. Pero para ello nos dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará

jueves, 16 de febrero de 2017

Imagina que el que esperamos nos exige algo que está fuera de nuestro entendimiento. ¿Cuál sería nuestra respuesta? ¿Le entenderíamos? ¿Le aceptaríamos? ¿Y no ha sido esa nuestra actuación? ¿Extraña, perpleja, vacilante?
                 
Un Mesías nunca pensado y que predica algo nunca esperado. ¿Cómo amar al enemigo? ¿Cómo amar al invasor que nos somete? ¿Acaso no debemos expulsarlo fuera de nuestras tierras? ¿Cómo soportar sus impuestos y sus mandatos?

Su predicación es entendible y muy clara, pero nuestro corazón no está preparado para asumir tales criterios. Sólo hay dentro de él, nuestro corazón, una consigna, expulsar a los invasores de nuestras fronteras. No esperábamos un Mesías de esta forma y con estos pensamientos. ¿Cómo es posible que venga de Dios estas propuestas de amor contra el enemigo? Quizás también nosotros, como Pedro, no le entendemos.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Muchas veces no vemos lo que tenemos delante, sino que distorsionamos la realidad sustituyéndola por lo que nos gustaría ver. Nos auto engañamos justificando nuestros defectos y nuestros fallos. La vista necesita purificarse e insistir en esa purificación. Las cosas, en ocasiones, exigen tiempo y paciencia.

Pero, también, preparación. No se ve cuando la vista está entretenida y distraída. Necesitamos silencio, concentración y apartarnos de los ruidos. El Evangelio de hoy nos alecciona en estos supuestos casos. Necesitamos buscar, disponernos e insistir, completando todo eso con fe.

Y todo será tal y como el Espíritu Santo decida y quiera. Él nos mueve y nos prepara, pero también nos exige nuestra libertad y nuestra fe. Y en esa medida y actitud que tomemos ante su llamada, así actuará en nosotros. Siempre contará con nuestra colaboración, pues para eso nos ha creado libres.

martes, 14 de febrero de 2017

El camino de la vida no es fácil. Ya venimos al mundo con dolor y sufrimiento. Para muchos es el principio y fin, porque no llegar a descubrir y ver la luz del sol. Elegir la vida es sin duda nuestro objetivo, pero a veces lo pasamos mal, porque vivir la verdadera vida es vivir en la verdad, en la solidaridad, en la justicia, la paz y el amor.

Y eso no siempre es fácil. A veces, no sólo cuesta, sino que da quebraderos de cabeza y hasta pone en peligro la misma vida. Pero, siempre te llenará de gozo y alegría. Incluso en los peores momentos, porque experimentas esperanza y que lo que parece el final, la muerte, no lo es. Sorprendentemente es el principio de la Verdadera Vida.

Y, descubierto el camino, nadie se vuelve atrás, porque entiendes que la vida que te ofrece el mundo es una falsa, un engaño y un camino caduco y de muerte. Sí, de entrada seduce y se disfraza de bueno, pronto empiezas a descubrir que te lleva al precipicio y a la muerte. Y, avisado, vuelves al verdadero camino que lleva a la Verdadera Vida.

lunes, 13 de febrero de 2017

El hombre se fía cuando aquel que habla, habla en verdad y su vida lo manifiesta. Entonces toda duda queda despejada, porque lo que dice coincide con lo que hace. Es el caso de Jesús, pero, así y todo, exigen signos y pruebas. ¿Qué signos y pruebas?

Posiblemente, sucede que tenemos una idea e imagen concebida ya de antemano, y el mesías esperado tendrá que ajustarse a lo que muchos, sobre todo los que mandan, esperan. Así, no se trata de que no ven signos, sino no ven los signos que quieren y les gustaría ver.

No interesa cualquier mesías, ellos esperan uno ajustado a su pensamiento e intereses. Y, parece que Jesús de Nazaret no cumple ni se ajusta a esos cánones que ellos establecen. Por lo tanto, hay que discutirle y ponerle la cosa difícil. Y se les ocurre, para ponerlo en tela de juicio y confundir, exigirles signos. Y es que la fe no necesita signos, pues lo tienen delante.

domingo, 12 de febrero de 2017

Nos resulta más cómodo aplicar la letra y dejar su espíritu dormido. Cuando hablamos de matar hablamos de la muerte física. Y si ella no se produce, podemos afirmar que no ha habido muerte. Sin embargo, basta la intención para que, aunque no por ley civil, pero sí desde la moral y el pensamiento, haya también muerte.

Porque, no sólo matamos físicamente, sino también destruimos a una persona con la lengua, las murmuraciones y pensamientos malintencionados. La despojamos de su honor y prestigio y, aunque no la privamos de su muerte física, si la dejamos muerta moralmente y avocada a su propia destrucción.

El espíritu de la Ley va mucho más allá que la propia letra. Y a eso se refiere Jesús cuando nos habla de lo que está dentro del corazón del hombre y va allá más lejos que el propio acto material. No se trata simplemente de no hacer, sino de no desearlo o pensarlo. Jesús, sin quitar ni modificar nada, perfecciona y da más sentido profundo al espíritu de la Ley. 

sábado, 11 de febrero de 2017

El gozo desaparece cuando ese bien que lo produce desaparece. Diremos que ese efecto gozoso es caduco, pues está en relación con el bien que lo genera. Mientras que la felicidad es un estado satisfactorio que aspira a perpetuarse y sostenerse tanto en el orden espiritual como físico.

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios (Mt 4, 4). No podemos conformarnos con saciar el hambre material, porque ese no termina por dejarnos satisfecho. Necesitamos saciarnos con un alimento espiritual que salta hasta la vida eterna y nos sacia plenamente.

Por eso, necesitamos buscar al Señor. No sólo para que nos sacie nuestra hambre material, que lo necesitamos, sino para que también nos llene de su Amor, dándonos esa Gracia que nos satisface plenamente y eternamente.

viernes, 10 de febrero de 2017

Hay mucha gente que, oyendo y hablando, ni oyen ni hablan. Están sordos y callados por tanto ruido y confusión que nos le dejan ni oír, y menos hablar. Quedan sometidos a las voces más fuertes, más poderosas, más influyentes. Apenas pueden defenderse y sumergidos en el mar del mundo navegan sin rumbo y perdidos.
                                  
Necesitan despertar. Un grito de salvación y de conciencia que les haga abrirse para oír, hablar y ver. Necesitan escuchar una voz de salvación, pues ellos no distinguen lo bueno de lo malo y no saben qué hacer ni a donde ir. Y muchos, malintencionados, les utilizan, les engañan y someten.

Sí, se hace necesario gritar con ellos, y pedirle al Señor que abran sus oídos y desaten su lengua. Hay que gritar al mundo esas injusticias por las que muchos, engañados y empobrecidos, sufren y padecen. Sí, Padre bueno del Cielo, ayúdanos a gritar contigo: «Effetá»

jueves, 9 de febrero de 2017

La fama no se puede esconder. Una vez que la gente se entera de lo que haces, te buscan y procuran conseguir de ti tus favores. No es fácil escapar a la búsqueda e interés de las personas. Eso le pasó a Jesús, que callando su ubicación no pudo evitar ser descubierto. Y fue abordado por las personas que estaba atento a sus pasos.

El Evangelio de hoy nos habla de una mujer siriofenicia. Es decir, extrajera o pagana. No perteneciente al pueblo judío, el elegido. Y Jesús aprovecha la ocasión para probar su fe. Le dice que primero están los hijos del pueblo, pues no está bien quitárselo y echárselo a los perritos.

Pero la mujer no se calla. Argumenta su búsqueda y justifica su interés. Responde exigiendo que también los perritos comen bajo la mesa las migajas de los niños. Sorprendente testimonio de fe que espera y confía en la misericordia y generosidad del Señor.

miércoles, 8 de febrero de 2017

En la mayoría de los casos apreciamos más lo de afuera que lo de dentro. Es, también, más fácil ver lo externo que lo interno. Y más rápido lo primero que lo segundo. Sin embargo, lo de dentro es lo más importante, lo más difícil de ver y lo que más tarda. Pero, por eso, es lo mejor y lo que más vale. Por eso cuesta.

Seguramente, todos caemos en el error de valorar lo exterior, lo que se ve. El refrán nos avisa: “las apariencias engañan”, pero así todo, conociéndolo, no hacemos mucho caso. Nos dejamos llevar por las apariencias y luego vienen los disgustos y las sorpresas. Nos cuesta aprender.

Debemos saber que todo lo que sucede y pasa en una persona está relacionado con su propio interior. En su corazón tienen encuentro todas sus experiencias y decisiones. Allí se cuece el bacalao y lo que cada persona es se va fraguando en su corazón. Es más, cada cual dará, tarde o temprano, lo que lleva en su corazón.

martes, 7 de febrero de 2017

Siempre ha ocurrido que muchas costumbres terminan por ser leyes, aun yendo en perjuicio del hombre. Y, lo peor, es que nadie se atreve a cambiarlas y todos pasan bajo ellas. Jesús, el Señor, las criticas y las pone en cuestión, y las somete en función del hombre.

Esas tradiciones, costumbres o leyes someten al hombre. Nadie las mueves y el poder de la época las mantiene según les convenga. Jesús se enfrenta con la ley del sábado. Hoy, en el Evangelio, les descubre a los fariseos y escribas de su época que lo importante no son las apariencias externas ni lo que mancha al hombre externamente, sino lo que sale de dentro del corazón.

El mal vive en el hombre, pero no le entra del exterior, sino que habita ya, por el pecado en él. Su corazón está herido y en él se fragua las malas intenciones del hombre. Eso es lo que hay que purificar y cambiar, nuestros corazones tocados por el pecado. Y para eso necesitamos la Gracia de Dios.

lunes, 6 de febrero de 2017

Hay contradicciones como la de aquellos que buscando la fama, luego se ven asaltado y molestados por la multitud que los aclama y buscan alocados por su admiración y estar a su lado. La fama, tan buscada, no parece luego la panacea del gozo y la alegría. Muchos se desengañan cuando la alcanzan.

Jesús es asediado por todos aquellos que han oído lo que hace. Le buscan para tocar su manto y quedar curados. Creen en eso y no reparan en esfuerzos para conseguirlo. Jesús accede por amor. No busca nada ni quiere fama. Incluso les dice que no digan nada.

Su última Voluntad es hacer el mandato del Padre: Salvar al hombre y mostrarle el amor de Dios. Por eso se presenta entre los hombres y accede a curarles. Sólo busca que el hombre despierte y se encuentre con Él. Es el Mesías, el enviado, el amado y predilecto. Al que el Padre nos pide que le escuchemos.

domingo, 5 de febrero de 2017

De la misma forma, cuando descubre la presencia de Cristo en tu vida y tienes un encuentro personal con Él, tu vida se da vuelta y cambia de dirección. Porque conocer a Jesús y descubrirlo experimentalmente no puede dejarte indiferente. Pues, Jesús es el norte de todo hombre y mujer. Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Desde entonces no te puedes callar. La Gracia recibida por el Espíritu Santo en tu Bautismo te capacita e impulsa a proclamar esa maravilla de vivir y permanecer en el Señor. Él es todo y sólo Él basta. Nada ocurre sin Él y en Él todo es Vida, y Vida en abundancia.

Así irás experimentado lo que Él te dice hoy en el Evangelio: “Ser sal y luz” para alumbrar todos los caminos por donde tu vida transite y se cruce con otros. Salar con tu propia sal recibida en tu Bautismo por la Gracia del Espíritu Santo. Y alumbrar con el testimonio de tu vida y de tu amor guiado por la sabiduría y la fuerza del Espíritu de Dios.

sábado, 4 de febrero de 2017

Seguir a Jesús es ir contra corriente. Nunca se nos ha ocultado. El mismo Jesús nos lo dice y habla de que seguirle es entrar por el camino estrecho, donde se hace difícil avanzar y las dificultades aumentan. Ir contra la mentira y las injusticias causan graves problemas y hasta el extremo de causar la muerte.

Vemos que los que han seguido a Jesús han sufrido y han pagado con su vida. En estos mismos momentos hay muchos que están dando su vida por ser fiel a Jesús. Poco descanso vamos a tener, porque nuestra actitud misericordiosa nos va exigir estar al pie del cañón.

Pero, Jesús, el Señor, se ofrece a ser nuestro descanso y a reponernos nuestras fuerzas para seguir hacia delante. Él es la roca donde tenemos que apoyarnos para superar todos esos momentos de tedio, de tristeza, de angustia y agobios. E incluso de desesperanza. En él encontraremos siempre la esperanza de alcanzar la verdadera felicidad para siempre.

viernes, 3 de febrero de 2017

Juan el Bautista fue decapitado por decir la verdad. Y Jesús tuvo que ausentarse a la muerte de Juan para evitar caer en manos de aquellos que también maquinaban matarle. Su fama se extendía por toda la comarca y muchos no querían reconocerle. Pensaban que era el espíritu de Juan que había resucitado.

A fin de cuenta, siempre hay excusas cuando se quiere disfrazar la verdad y revestirla de mentira. Los autoengaños están a la hora del día. Se buscan justificaciones distorsionando la realidad y tiñéndola de mentira. De tal modo que Jesús, que hace el bien, es un exaltado y un revolucionario.

Cuando se vive en la mentira se falsea todo lo que se dice y se confunde la dignidad con lo que no está bien. No se tiene palabra cuando se cumple, satisfaciendo, algo que no es lícito ni justo ni bueno pedir. La vida de un hombre no se puede pedir a cambio de esto o lo otro. Porque no está en venta.>

jueves, 2 de febrero de 2017

Tú, igual que yo, también hemos sido presentados en el templo el día de nuestro bautismo. La diferencia es que Jesús se ha dejado llevar por el Espíritu Santo, y, quizás, nosotros no le hacemos ni caso. Él, a pesar de actuar libremente, cumple la Voluntad de su Padre. Ha venido para eso.

Precisamente, en el momento de su presentación en el Templo, Simeón, llevado allí por el Espíritu Santo, y habiendo recibido la promesa de que no moriría sin ver al Mesías prometido, advierte en el Niño Jesús su divinidad mesiánica y proclama que es el enviado por Dios para alumbrar a todas las naciones.

También nosotros hemos recibido al Espíritu Santo en la hora de nuestro Bautismo, y, abriéndonos a su acción, podemos también cumplir con los mandatos del Señor. Claro, tenemos la opción de negarnos, pues somos libres para hacerlo. Pero, no podremos justificarnos si no lo hacemos, pues la Gracia del Espíritu Santo nos ayudaría a cumplirlos.

miércoles, 1 de febrero de 2017

Se hace difícil valora a alguien de nuestra casa. Su cercanía, su conocimiento y sus orígenes nos acostumbran a no darle importancia. Y dependiendo de sus raíces le valoramos. De modo que a alguien de procedencia humilde nos cuesta mucho darle importancia y valor.

Es cierto, y lo sabemos por experiencia que nadie es profeta en su tierra. Cuesta realmente destacar y se notorio entre los tuyos. Posiblemente la confianza, la convivencia y la confianza nos hacen ver su obra con cierta indiferencia y poco interés. Hasta el punto que la desvaloramos o le damos la espalda.

Eso lo vivió Jesús de Nazaret en su propio pueblo. Allí poco pudo hacer y tuvo que ir a otros lugares para misionar su obra y proclamar su Palabra. Ocurre que también hoy sucede lo mismo, pues oímos su Palabra por amigos, vecinos y personas de nuestro entorno sin hacerle mucho caso ni ponerle atención.