miércoles, 4 de enero de 2017

El hombre nace desprovisto de orientación. Es totalmente dependiente y ese tiempo, desde la concepción hasta el último suspiro de su vida, necesita orientación y guía. Llega un momento que se cree suficiente y no necesitado de orientación. Pero se equivoca y cae en el error de creerse que consigo se basta.

Es entonces cuando comete graves errores que luego paga con creces. La vida le pasa factura, pero lo peor no se esconde ahí sino en la posibilidad de perder su propia vida. No la de este mundo, que tiene sus días contados, sino a la que está llamado, la que perdura para siempre.

Por eso, la humildad y el reconocerse necesitado es la mejor opción del hombre. Del hombre que se precia de gustar lo mejor y de conocer su verdadero destino. Porque todo lo que esconde este mundo es de poco valor. Es caduco y de muerte. Sólo la esperanza de llegar al encuentro con Dios por Jesús nos devuelve a la Vida gozosa y eterna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.