Con el tiempo, la vida se convierte en rutina y, quizás por
mimetismo, terminamos todos haciendo lo mismo. Celebramos sin vivir lo que
celebramos y sólo pensamos y deseamos pasarlo bien y disfrutar, sin darnos
cuenta que las cosas de este mundo son caducas y con ellas disfrutamos un rato,
pero nada más.
Y con tiempo, muchos se cansan de esta vida y aparecen depresiones,
locuras y disparates. La conciencia de ver el final de nuestra vida mundana nos
asusta y, quizás, nos desquicia. Perdemos el rumbo y nos resignamos en el mejor
de los casos a seguir viviendo hasta que Dios quiera.
Nos dormimos e igual
no llegamos a despertar. Porque el mundo no es eterno y tiene sus días
contados, pero nos ha dormido tanto que perdemos el norte de nuestra vida. Y un
día será el final. La pregunta es esta, ¿cómo o dónde estaremos ese día? Ese
día puede ser la hora de tu muerte o cuando el Señor, si a ti te ha tocado ese
momento, decida cumplir su Palabra de su segunda venida.
Nota: Ayer estuve enfermo. Sufrí, el vierne por la noche, lo que llamamos por aquí, un corte de digestión, algo que me sentó mal y estuve todo el sábado en cama y decaído. Eso explica que este espacio de "un pensamiento por la noche" y "frases y pensamientos del día" no se haya, ni reflexionado ni, en consecuencia, publicado. Pero hoy, por la Gracia de Dios, vuelve a salir, y a compartirse con todos aquellos que lo deseen y les pueda ayudar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.