El sentido común no siempre
está en consonancia con lo que se debe hacer. Puedes experimentar que el
sentido común te descubra que lo lógico es no perdonar, y tu sentido
misericordioso te sugiera hacerlo. Es la experiencia de la madre que perdona al
hijo que ha pecado.
Es también posible que,
portándose la vida contigo de forma admirable y abundante, tú no te sientas
agradecido, sino todo lo contrario, y exijas más y más sin pensar que otros
necesitan algo de lo que a ti te sobra. Posiblemente esa suficiencia no te
lleva a pedir ni a suplicar nada. Pues tienes de todo.
De una u otra forma, la vida va colocando a cada uno
en su lugar. Y en la medida que sepas estar y amar, tú vida será premiada o censurada.
Y todo lo que hayas disfrutado sin tener en cuenta las carencias de los otros,
acabarás pagándolo, pues cuando se te reclame lo recibido se te exigirá tu
solidaridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.