La vida es para dejar
huella, y si no es así es que no estás vivo, sino muerto. Despierta y ponte
a caminar y emplea toda tu astucia para que tu vida deje, al caminar, la huella
de tu amor. Porque lo importante no son los pasos que hallas dado, ni los zapatos
con los que los haya caminado, sino las huellas que hayas dejado.
Y la huella que tienes que dejar no es la de mal
administrador, sino todo lo contrario, la de la honradez, las justicia y, sobre
todo, la del amor. Se hace necesario que tengas que poner en movimiento toda tu
astucia y pericia para que tus huellas dejen el sello de tu amor y pisar fuerte
por donde caminas.
No por hacer muchas cosas o caminar mucho tus huellas quedan impregnadas, sino por el amor que pongas en cada pisada que des. Porque sólo lo que se imprime es aquello que entra hasta dentro del corazón y va revestido de verdadero y sincero amor.
No por hacer muchas cosas o caminar mucho tus huellas quedan impregnadas, sino por el amor que pongas en cada pisada que des. Porque sólo lo que se imprime es aquello que entra hasta dentro del corazón y va revestido de verdadero y sincero amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.