sábado, 19 de marzo de 2016




Se te paraliza el corazón y la lengua enmudece cuando experimentas que el camino por el que tú piensas recorrer tu vida se tuerce y se te cierra. O, simplemente, te proponen otro que a ti no te gusta. Entonces quedas mudo y paralizado. No sabes qué hacer.
                    
Supongo que ese es el caso de José, el esposo de María. De repente esa Noticia de que, María, su mujer, antes de vivir juntos, está en cinta, no entra en su cabeza. Sus proyectos se vienen abajo, y, retirado en silencio, esconde su lengua porque no quiere hacer daño a María. Es varón fiel y justo.

No entiende nada, ni sabe a qué obedece lo que está ocurriendo. Pero la realidad es que ocurre. ¿Cómo es posible? Y se le da una pista y en un sueño se le ilumina lo ocurrido. Dios está por medio, y el Espíritu Santo concibe en el seno de María. Y José, fiel y justo cree en la Palabra del Ángel y antepone el Plan de Dios al suyo.

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