domingo, 10 de enero de 2016



El Bautismo significa estar dispuestos a seguir a Jesús, y a esforzarnos, cada día, en imitarle en cada instante de nuestra vida. Ser consciente de que solos no podremos hacerlo nos predispone a injertarnos en Él, para que, con su Gracia, superar nuestras limitaciones.

Jesús pasa por el bautismo de Juan, a pesar de sólo es de arrepentimiento, para indicarnos el camino a seguir. Sólo el Bautizo en la Trinidad nos infundirá la Vida de la Gracia que nos limpia y nos fortalece para poder permanecer limpios hasta el día final.

Así, la decisión y predisposición a bautizarnos es la confesión que descubre nuestro sincero arrepentimiento y nuestra voluntad de vivir en la Palabra del Señor.

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