Se hace necesario limpiar y vaciar tu
corazón primero, para luego entregarlo completamente vació a la acción del
Espíritu Santo. Así podrá Él disponer y prepararte para vivir según la Palabra
de Dios.
Desde esa actitud, todo lo que te ayude
a aislarte del mundo y abrirte a la acción del Espíritu será bueno y te servirá
para fortalecerte y responder al amor de Dios. De lo contrario quedarás
aprisionado por las cosas del mundo.
Por eso conviene frecuentar la Eucaristía, limpiar nuestro corazón
contaminado con cierta frecuencia en el taller de la Penitencia, y realizar los
ejercicios diarios de la oración, para mantener el contacto directo con nuestro
Señor Jesús. De esa forma estaremos preparados y sostenidos para recibirle
cuando decida regresar por segunda vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.