Ocurre que ante las dificultades, muchos, solemos dar un paso
atrás con la intención de abandonar. Sobre todo, cuando en materia de fe. Las
dudas ante las dificultades se acrecientan y nos inducen a abandonar.
Hoy, el Evangelio, nos habla de alguien que no respondió así,
sino que antes las dificultades propias de su anatomía humana, buscó la forma de
superarlas. Zaqueo quería conocer a Jesús, y la multitud se lo impedía porque
él era bajo.
Pero no se resignó, ni
se quedó quieto. Buscó solución y subiéndose a una higuera encontró la manera
de ver a Jesús cuando pasaba por allí. Y tuvo su premio. Jesús acudió a comer
con él a su casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.