No se
entiende un matrimonio sin amor, porque el amor une y estabiliza la unión
matrimonial. Es reflejo del amor de Dio que nos ama para siempre. Así lo pensó
desde el principio.
Y ese es el
compromiso, amar por encima de las diferencias, los contratiempos, las
enfermedades, las ideologías, las
dificultades, los egoísmos y todo aquello que amenaza con separar.
Ocurre que
en el amor matrimonial se necesita el esfuerzo mutuo de la familia., y esas
fuerzas se encuentran en el Amor de Dios, que nos ama sin condiciones y por
encima de nuestras ofensas y rechazos. Así, en Él, nosotros encontramos
referencia y fuerzas para amarnos. Por eso le necesitamos en nuestro
matrimonio.
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