La
vida es un camino. Un camino que deseamos correr en las mejores condiciones.
Nuestras primeras preocupaciones se esconden en procurarnos un medio de vida
bueno, seguro y que nos permita vivir bien.
Eso
significa ocupar buenos puestos privilegiados, que tratamos de conseguir. Así
pensaba Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo. Y así se lo dijeron a Jesús.
Pero el pensamiento de Jesús era otro. Él había
venido a servir y no a ser servido. Y a dar su vida por el rescate como rescate
por muchos. En esos rescatados te cuentas tú y yo. ¿No es suficiente precio
pagado para estar agradecidos y servirle sirviendo también nosotros a los demás?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.