lunes, 21 de septiembre de 2015




Quizás tú o yo hemos sido llamados. Eso no lo sabremos si no nos ponemos en camino. Puede ser una llamada el ejercicio de escribir, o de leer o comentar. El caso es que de una u otra forma estamos tratando, como Mateo, de seguirle.

Pero en el seguimiento surgen otras llamadas u otros oficios. En esos esfuerzos quizás descubres talentos que estaban dormidos o escondidos y que puedes poner al servicio de la comunidad. El camino puede ayudarte a descubrirlos.


Y eso es responder a la llamada. Simplemente estar atento a entregarte a la Voluntad del Señor acercándote a Él y disponiéndote a servirle en los hermanos. Entonces estarás formando parte de su familia.

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