La vida sin amor deja de ser vida, y se convierte en una carrera sin sentido. Ocurre que cuando eres tú el que se amas, sucede tres cuarto lo mismo, porque amarse uno mismo es egoísmo. Y eso impide que seas feliz.
Nada te deja satisfecho porque siempre quieres ser el
primero y tener más. Saltas de flor en flor buscando siempre lo mejor para ti,
y nunca quedas satisfecho.
Sólo, cuando dejas de pensar en ti y te entregas a los
demás, descubres el verdadero sentido de la vida. Porque dando es cuando
recibes. Recibes el gozo de saber que has dado tu felicidad por aliviar a otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.