Es necesario dar gracias a Dios cada noche por haber
conservado y sostenido la fe y la confianza en Él durante el día. Si no ha sido
así, pídele sostenerla y aumentarla. Mientras duermes, el Espíritu trabaja y
sostiene tu fe.
Por eso se hace necesario no soltar la Mano de Dio, e
injertado en el Espíritu Santo, vivir cada momento e instante de nuestra vida
como si fuera el último.
Porque en segundos se puede levantar una tempestad y poner
en duda tu fe y confianza. Conviene tener cerca al Señor para, despertándole,
nos proteja y salve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.