sábado, 24 de enero de 2015


Por experiencia sabemos que cuando dejamos de caminar permanecemos quietos. Avanzará el día, se hará la noche y volverá el nuevo día, pero tú seguirás en el mismo lugar. Cuando no te mueves, permaneces quieto. De la misma forma cuando no hablas no te relacionas, te aísla y pierdes la sabiduría que otros te pueden dar.

Pero lo más importante es que si no hablas con Dios no puedes llegar a la meta que, aun desconociéndola, tú busca y deseas. Solo en la oración con el Señor puedes encontrar el verdadero camino que te lleva a la felicidad eterna.

No pierdas el tiempo y trata de hablar con el Señor. Sólo tienes que decirle: Señor, aquí estoy. Dime que tengo que hacer. Él guiará tus pasos.


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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.