domingo, 24 de agosto de 2014



No es bueno hablar de aquello que no haces o, por lo menos, no estás dispuesto hacer. Mejor callar, porque decir algo que tú no vives es mentir con la vida lo que dices con la palabra. Y eso trae graves consecuencias, que Jesús no ha silenciado, sino todo lo contrario, las ha denunciado.

Porque tu ejemplo puede defraudar a aquellos que se fijan en ti, o que tu testimonio y palabra influyen en su vida. Tu familia, amigos y aquellos que circulan al rededor de tu vida tendrán mucho que ver con tu manera de predicar y vivir.

Por eso, conscientes de tus debilidades y de tus pecados, abre tu corazón a la Gracia del Espíritu y déjate conducir por la sabiduría del Espíritu de Dios que sabe de tus pecados y está dispuesto a perdonarte. Porque su Misericordia es Infinita. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.