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El enemigo no lucha contra la verdad
con una mentira descarada,
sino más bien con algo que se parece a la
verdad.
Patriarca Elías.
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Una guerra empieza cuando dos están en desacuerdo y quieren prevalecer el uno al otro. No se conforma el que vive en la mentira o la apariencia ser descubierto y reconocer la verdad. Y la manera de expresarlo es imponerse por la violencia y la fuerza.
Por eso, descubierta la mentira y las apariencias que buscan esconderla, Jesús la desnuda y deja que, a la Luz del Espíritu, quede desenmascarada y descubierta. Así, cuando la mentira no es capaz de abajarse y aceptarse, irrumpe contra quien lo desenmascara y empieza la guerra.
Nuestro camino en la Verdad está marcado por la lucha constante contra la mentira, pues cada paso en nuestra vida descubre una mentira más que nos oculta el camino.
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