martes, 20 de mayo de 2014

LA NOCHE, UN BUEN MOMENTO PARA PENSAR

Termina un día y pronto empieza otro. Reflexionas y observas que no quedas contento de lo vivido en ese día y esperas mejorarlo en el siguiente. Pero en el tiempo experimentas que no es así, incluso te parece que has retrocedido en lugar de avanzar. Son apariencias, porque tras un buen trayecto recorrido sientes que has avanzado y que también has mejorados.

Otra cosa es que descubres que queda mucho más de lo que pensabas por mejorar. Y eso puede quizás desanimarte. Ahora comprendes lo importante de tus esfuerzos, de tus decisiones, de tu trabajo, de tu constancia y perseverancia, de tus Eucaristías, de tus confesiones, de tus compromisos... de tu disponibilidad y entrega a ponerte en Manos del Espíritu Santo.

Porque ha sido Él quien te ha empujado, quien te lleva, quien te hace crecer, quien te anima, quien te acompaña en los momentos de oscuridad, de confusión, de miedos y debilidades...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.