De repente el pensamiento nace, se desarrolla y sale a la luz. Alumbra la vida y le abre camino. Pero ocurre que muchas veces queda sólo en pensamiento, vive algún tiempo en su propio nido y muere. No ha llegado a emprender el camino y queda sólo en una ilusión que se consume hasta volverse etéreo y desaparecer.
La vida nace de pensamientos. Pensamientos que se realizan y se transforman en vida. Descubrir cuáles son los tuyos es la mejor tarea que podamos emprender. Pero en el intento hay que saber que sólo hay un pensamiento eterno, y ese es el descubrimiento de que Dios está dentro de ti.
La vida vale la pena porque Dios te espera al final de tu camino. Inténtalo descubrir y entenderás que la vida es una maravilla de Dios.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.