Este día que empieza a deslumbrar es el día de nuestra mayor esperanza y alegría, porque la muerte ha sido vencida, y el Amor ha triunfado sobre el pecado. Condenados a vivir esclavizados por la esclavitud de nuestra carne y la inexorable muerte que nos acecha, el Amor de nuestro Padre Dios nos ha salvado. Y para ello ha enviado a su Hijo Jesús a redimirnos y liberarnos de esa esclavitud de muerte.
Jesús Vive, el sepulcro está vacío y Jesús está entre nosotros. ¡Estamos salvados de la muerte, porque en Él tendremos Vida Eterna! Esa es nuestra fe y nuestra esperanza. Confiamos y creemos en su Palabra y en el testimonio de los apóstoles que lo han visto.
Todo está dicho, Jesús Vive, y en Él tenemos puesta todas nuestras esperanzas de salvación. ¡Ven Señor Jesús!
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