miércoles, 16 de abril de 2014

LA NOCHE, UN BUEN MOMENTO PARA PENSAR

Se necesita parar el cuerpo, pero eso no significa que la mente continúe su camino. El descanso es dejar que la mente tome su lugar y dirija con el pensamiento los pasos del cuerpo. La mente nunca descansa, incluso mientras el cuerpo duerme, la mente camina. Pero se hace necesario pararse para que la mente descargue todos sus pensamientos que nos alumbren el camino. Por eso, la noche suele ser un buen momento para pensar, por el silencio y la tranquilidad, pero también puede ser el amanecer, o el medio día. Todo vale si somos capaces de pararnos para pensar.

El pensamiento, si lo dejamos, traza el rumbo de nuestros pasos y nos orienta por el camino de la verdad. Peligroso es que nosotros se lo impidamos y no hagamos lo que él nos sugiere, porque la verdad está dentro de nosotros y es el pensamiento quien le permite salir al exterior.

Posiblemente nos haga falta una ayuda para poder hacerlo bien, y la tenemos, porque desde nuestro Bautismo es el Espíritu Santo quien está a nuestra disposición para orientar nuestro pensamiento.

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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.