La distancia ha dejado de ser un obstáculo para conocernos, comunicarnos, ayudarnos y crecer en la fe. Las comunicaciones hacen posible que nuestra relación sea más cercana y que la Gracia del Señor, al tener conocimientos los unos de los otros, sea efectiva y sanadora. Además, la oración nos une y nos libera, por la Gracia de Dios, fortaleciéndonos y salvándonos.
Internet es un medio que nos facilita el intercambio y nos ayuda a compartir nuestra fe. Por la Gracia de Dios nos unimos y rezamos los unos por los otros y Dios se hace presente en medio de todos. Ser capaces de utilizar todos estos medios para que la Gracia de Dios corra a través de nosotros y entre nosotros es una bendición y un milagro de cada día.
Abre tu corazón y desparrama todo el amor que recibes de Dios por todo el mundo a través de este hermoso medio que nos une y nos relaciona. Quizás, por la Gracia de Dios, podrás hacer también milagros a largas distancias.
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