No se trata de de dar un vaso de agua, de darse y entregarse por uno mismo, pues resulta que muchos buscamos nuestra gloria por pura filantropía o por vanagloriarnos de nuestro poder y fuerzas. Se trata de hacerlo por el Señor, por su amor que nos invade y nos llena para derramar amor también.
Así, no resulta hacer muchas cosas porque soy talentoso y tengo capacidad, sino hacerlas porque me mueve el amor de Dios y porque son necesarias para otras personas. De esta manera nos buscas que te vean sino que a los que ayudan se sientan mejor y atendidos.
El amor es una exigencia que viene del verdadero Amor, pues cuando nos dejamos invadir por el Amor de Dios, contagiamos ese Amor a otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.