miércoles, 12 de febrero de 2014

LA NOCHE: UN BUEN MOMENTO PARA PENSAR

Puedes sentir frío o calor, y puede llover o hacer viento, pero nada de esas cosas pueden separarte de tu Padre Dios. Tampoco todo lo que entre por tu boca, porque nada se queda dentro sino que es expulsado fuera.  En cualquier caso te sentirás mal o padecerás sufrimiento, pero nunca perderás el cariño amoroso de tu Padre Dios que te quiere con locura.

Sin embargo, dentro de tu corazón se puede generar aquello que si puede romper esa amistad que te une al Señor. Se trata del pecado. El pecado nos aleja y rompe con Dios, porque sus consecuencias son las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre».

No te preocupes por lo de afuera, más mira para lo que sale de dentro. Es ahí donde está el peligro.


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